Tómate un momento para recordar algo que hayas vivido cuando eras niño.
Elige un recuerdo que sea importante para ti y que realmente influyó positivamente en quien eres hoy.
Y ahora pregúntate: ¿estás seguro de que realmente sucedió?
Supongamos, por ejemplo, que alguna persona bienintencionada te implantó a propósito un falso recuerdo de un evento ficticio en tu conciencia, pensando que te beneficiaría en la vida.
¿Cómo te sentirías al descubrir algo así?
Tal vez te emocionaría pensar que alguien se preocupó tanto por ti como para hacerte un “regalo” que te cambiara la vida.
O puede que te sintieras indignado porque esa persona te “lavó el cerebro” sin tu consentimiento.
Una semilla que crece sin que te des cuenta
Parece la trama de una novela de ciencia ficción. Pero no es, necesariamente, tan improbable como parece.
(Información completa: bbc.com/mundo)