Mérida, Yucatán.- La presencia en el Teatro Peón Contreras de esta ciudad de una partitura original de uno de los compositores más importantes en la historia de la música, Wolfgang Amadeus Mozart, causó sensación e interés inusitado entre músicos y melómanos yucatecos.
El concertino de la Orquesta Sinfónica de Yucatán, Christopher Collins, mostró a los presentes el manuscrito elaborado en papel mixto con algodón, firmado en 1778, de un tenue color amarillento por el desgaste propio del tiempo, pero bien conservado en general.
Se trata de la partitura de tres sonatas para violín, de 38 páginas pautadas, que tienen la clasificación Kochel 378, 379 y 380, escrita por el genial compositor, de quien este 27 de enero se conmemora el 261 aniversario de su nacimiento.
Collins acudió al teatro junto con el violista Nikolay Dimitrov y el director de la OSY, Juan Carlos Lomónaco, para anunciar su participación en la interpretación de la Sinfonía Concertante de Mozart los días 27 y 29 de enero, en un programa que incluye la Sinfornía No. 7 de Antonín Dvorak y “Moldava” de Bedrich Smetana.
Como una reliquia sagrada, Chrstopher Collins extrajo de la caja especial la partichela y mostró el sinnúmero de signos, plicas, notas, corcheas escrito en el pentagrama, legibles, escritos sin ningún margen de duda o titubeo del compositor.
“No tiene ninguna corrección, es una composición impecable, tal como salía de la mente del compositor, a comparación de las partituras de Beethoven que tiene muchas tachaduras y alteraciones del propio músico alemán”, comentó el concertino y violinista.
Collins, quien tiene una gran trayectoria como concertino y primer violín con destacadas orquestas del país, entre ellas la Sinfónica Nacional y la Filarmónica de la UNAM, comentó haber adquirido la partitura en uno de sus viajes y conciertos en Salzburgo, la tierra natal de Mozart.
La sorpresa no paró ahí: Collins, admirador del genio musical, también exhibió un libro original de Leopold Mozart, el padre de Mozart, titulado en alemán “Estudio para violín”, impreso en 1769 y resguardado en pasta dura, y cuyas hojas revelan las indicaciones precisas para un aspirante a violinista.
El libro causó el vivo interés del director de la OSY, Juan Carlos Lomónaco, y de la presidenta del Patronato de la orquesta, Margarita Molina Zaldívar, quien lo sostuvo con las manos con sumo cuidado como si se tratase de un objeto sagrado.
El libro tiene impreso un grabado con la imagen del padre de Mozart, quien reveló en sus páginas su orgullo por contar con dos hijos: María Anna y Wolfgang Amadeus, cuyos nombres fueron escritos para la posteridad.
Christopher dijo contar con los certificados correspondientes que lo obligan a su protección y cuidado, por lo que lo mantiene fuera del viento y del polvo, en condiciones de temperatura adecuadas.
(Jesús Mejía)