Mérida, Yucatán.- Las diferencias salariales entre maestros de escuelas públicas en zonas de muy baja marginación con respecto a las de muy alta marginación en Yucatán es en promedio un 22 por ciento, lo que refleja la inequidad en las percepciones entre los docentes, reveló un estudio de Mexicanos Primero.

La organización que preside Claudio X González Guajardo realizó un extenso ensayo denominado “Estado de la educación en México 2017”,  en el que señala, en el apartado de Salarios de Docentes, el rezago en las percepciones salariales de los maestros que se encuentran en las escuelas de localidades más marginadas.

En el estudio se indica que durante el ciclo escolar 2015-2016 la diferencia de ingresos entre el salario promedio mensual bruto de docentes de zona de muy baja marginación con respecto de las zonas de muy alta en la entidad yucateca supera incluso al promedio de los estados de Campeche y Quintana Roo, que son del 17 y siete por ciento, respectivamente.

La diferencia de los ingresos entre docentes yucatecos también es superior a las que registran San Luis Potosí, Aguascalientes, Morelos, Guanajuato, Durango, Tlaxcala, Tamaulipas, Estado de México, Chiapas y Baja California.

Empero las diferencias son más abismales entre los ingresos con los mismos parámetros en los estados de Veracruz, Querétaro y Zacatecas que alcanzan el 40 por ciento, mientras que en Guerrero es del 48 por ciento, la más alta a nivel nacional, de acuerdo con el estudio.

La organización Mexicanos Primero también pone en evidencia las diferencias abismales entre los ingresos de un docente de educación básica que labora en una localidad de muy baja marginación en Aguascalientes, que percibe 28 mil 768 brutos al mes, mientras que un maestro con la mismas características pero en una  localidad de muy alta marginación en Oaxaca percibe 14 mil 629 pesos brutos al mes, es decir casi la mitad de lo que gana el primero.

Esta disparidad salarial, causada en parte por el poder adquisitivo de los sueldos en los estados,  es también provocada por la inercia de basar el salario en la antigüedad sin tomar en cuenta el esfuerzo que realizan los maestros en escuelas de mayor necesidad, se indica en el análisis.

“Es lamentable que sumado a las condiciones de precariedad los niños en contextos socioeconómicos frágiles enfrenten también la rotación y movimiento de sus maestros continuamente por falta de incentivos a quedarse en una comunidad y hacer un proyecto educativo de mediano o largo plazo”, se advierte.

(Jesús Mejía)