Mérida, Yucatán.- Un experto en procesos bioquímicos abrió ante la comunidad médica de Yucatán expectativas y posibilidades de retrasar el deterioro cerebral en el proceso de envejecimiento, un problema que afecta a gran parte de la población mayor a los 65 años de edad.

Rafael Radi Isola, director del Departamento de Bioquímica de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República de Uruguay, resaltó las amplias posibilidades de incidir en el proceso de envejecimiento al interferir en el proceso de oxidación o degeneración del tejido cerebral.

Mantener la salud cerebral y retrasar – el científico utilizó la palabra enlentecer- el envejecimiento cerebral es uno de los grandes propósitos de la medicina moderna, ya que las expectativas de vida están aumentando, recalcó el también director del Centro de Investigaciones Biomédicas de la citada institución.

Comentó que hace un siglo, cuando la expectativa de vida era 50 años, el envejecimiento cerebral no era un problema muy grave, porque la gente moría por otras causas.

Pero hoy, añadió, cuando la esperanza de vida se está extendiendo incluso por encima de los 80 años – y seguramente en 50 años vamos a tener muchos centenarios, dijo- mantener la salud cerebral y enlentecer el envejecimiento cerebral es uno de los grandes desafíos de la ciencia, recalcó.

Invitado por diversas instituciones médicas en el mundo, donde ha obtenido múltiples reconocimientos, la presencia del doctor Rafael Radi Isola en Mérida despertó mucho interés que la comunidad médica, que lo escuchó en auditorio lleno de la Facultad de Medicina de la UADY, sobre el tema de los procesos de óxido reducción.

En torno del envejecimiento en el proceso bioquímico, explicó que “nosotros utilizamos el oxígeno para respirar y generar energía, lo que conlleva la producción de pequeñas cantidades de sustancias toxicas que son oxidantes que forman parte del envejecimiento normal de nuestros tejidos”.

“A través de investigaciones vemos como el oxígeno y su metabolización puede conducir a fenómenos no deseados y eventualmente desarrollar estrategias terapéuticas para empezar a neutralizar estos asuntos que tienen que ver con el envejecimiento de la patología neurodegenerativa, artereosclerosis y la inflamación”, argumentó.

“Sabemos podemos enlentecerlo (el envejecimiento normal), modulando esa parte toxica no deseada y por otra parte hay un momento en que se produce una enorme cantidad de oxidantes que activan respuestas inflamatorias o degenerativas”.

“Vivir en un ambiente oxigenado genera riesgos y lo que estamos tratando de identificar es como disminuir ese riesgo para alargar la vida y para hacer que los tejidos envejezcan más lentamente”, recalcó el investigador, quien recibió del gobierno mexicano el Premio México 2016 por sus aportaciones a la comprensión del rol del daño oxidativo y radicales libres en la patología humana, en particular inflamatoria y degenerativa.

(Jesús Mejía)