El Partido Demócrata de Estados Unidos y la campaña de su excandidata presidencial Hillary Clinton financiaron la investigación, que se filtró después de las elecciones de 2016, sobre los posibles vínculos entre el presidente Donald Trump y el Kremlin, según informó The Washington Post.
El rotativo estadunidense, que cita fuentes conocedoras del asunto bajo condición de anonimato, publicó que el Partido Demócrata y la campaña de Clinton contrataron a través del abogado Marc E. Elias los servicios de la firma Fusion GPS de Washington para dicha investigación.
Fusion GPS, a su vez, subcontrató al exespía británico del MI6 Christopher Steele, socio de la empresa de inteligencia Orbis Business Intelligence, quien elaboró el expediente en cuestión.
El despacho de abogados Perkins Coie, para el que trabaja Elias, recibió 5.6 millones de dólares de la campaña de Clinton y 3.6 del Partido Demócrata, de acuerdo con el The Washington Post, aunque se desconoce la cantidad real que destinaron a la investigación. El informe elaborado por Steele se filtró finalmente en enero, poco antes de que Trump jurase el cargo como nuevo presidente. Su contenido revela un supuesto complot ruso para obtener información comprometedora de Trump, aunque incluye imprecisiones verificadas por medios estadunidense e historias de fuentes anónimas imposibles de corroborar.
Estas fuentes anónimas hablan de episodios sórdidos como el encuentro de Trump con prostitutas en la habitación de un hotel de Moscú captada con cámaras y micrófonos de los servicios de inteligencia rusos o suculentas ofertas de negocios en Moscú o San Petersburgo para influir en el ahora Presidente.
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