Mérida, Yucatán.- En vísperas de Navidad, la concentración de gente en el Centro de Mérida se multiplicó con las llamadas “compras de última hora” o “de pánico”.

La zona de la Calle Ancha del Bazar, el parque Eulogio Rosado, el pasaje Emilio Seijo eran como hormigueros, aunque sin el orden de estos insectos: la gente chocaba, se arremolinaba y bloqueaba el libre tránsito.

Además de la gran cantidad de personas, que no cabía en las aceras, sobre todo en los cruces, tampoco ayudaban mucho la cantidad de vendedores ambulantes que buscaban “sacar el aguinaldo” antes de la Nochebuena, y que se ocupaban buena parte de las aceras de esas áreas del Centro.

Cerca de mediodía, una docena de policías municipales, algunos de ellos fuertemente armados, recorrieron una parte del Centro: las calles en donde se concentran los vendedores de “bombitas” (pirotecnia).

En cada puesto, supervisaba, sobre todo, que los papeles estuvieran en regla, pero también que:

  • El permisionario para la venta estuviera presente (si él no está ninguno de sus acompañantes puede vender producto).
  • El puesto tuviera lo necesario para combatir un eventual incendio: extintor, cubeta de arena y cubeta de agua.
  • La ubicación exacta que marcaba el permiso.

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De hecho, sobre la calle 65, frente a los comercios de piñatas, uno de los puestos tenía un permiso con dato equivocado, y los policías al mando del operativo le exigieron al vendedor que se moviera del sitio.

Esto causó una discusión entre el vendedor y el policía, quien se impuso y obligó a quitar el puesto del sitio; una mujer que observaba la acción de los policías, les reclamó que no dejaran trabajar el vendedor, quien estaba haciendo algo “honrado”.

Un policía se interpuso, y le tapó la visión a la señora, quien aseguró que sólo era una ciudadana que estaba observando. La dama “fustigó” a las personas ahí presentes, a quienes preguntó si así votarían “por (Mauricio) Vila”, alcalde de Mérida y precandidato -aún no oficial- del PAN a la gubernatura del estado.

Apróximadamente, los policías revisaron unos 20 puestos, pero sólo hubo un caso en el que le pidieron al comerciante ambulante que se retirara.

Aunque en otro caso el policía le advirtió a uno de los ambulantes que tenía más de los 10 kilogramos permitidos de pólvora (5 en exhibición y 5 fuera de la vista del público), sólo lo reconvino para que lo retirará el lugar.

En ningún caso se decomisó producto, y el operativo terminó poco antes de las 14:00 horas (2 de la tarde), en las inmediaciones del mercado de San Benito.

En el siguiente video se observa cómo la Policía Municipal levanta al vendedor ambulante, en la calle 65.