Cancún, Quintana Roo.- El estudio más grande y multi-institucional nunca antes visto sobre el bienestar de los cetáceos en zoológicos y acuarios en los cinco continentes, está por iniciar.
Los expertos buscarán determinar cómo impactan en esos animales el hábitat físico, el enriquecimiento ambiental y el establecimiento de conductas (entrenamientos).
En 44 instalaciones acreditadas en siete países, científicos recabarán información sobre aproximadamente 290 delfines nariz de botella comunes y del Indo Pacífico (similares a los anteriores, pero más pequeños), 20 belugas (ballenas blancas), y ocho delfines de flanco blanco del Pacífico.
Estados Unidos, México, Australia, China, Singapur y Portugal, entre otros, aportarán las sedes para las intervenciones.
El proyecto tiene lugar en momentos de creciente presión para definir el futuro de los delfines en cautiverio y que son utilizados para exhibición.
En el caso mexicano participará la empresa Delphinus, asentada en destinos turísticos de Quintana Roo.
Fernando Delgado, director de operaciones y bienestar animal de esa compañía, explicó que los delfines nariz de botella, los más comunes en zoológicos y acuarios, son generalmente identificados como una especie que prospera bajo el cuidado profesional.
El primer delfín bajo cuidado humano en el mundo data de hace 80 años (1938).
Sin embargo, los especialistas advierten de una falta considerable de investigación científica sobre las condiciones que optimicen el bienestar de los ejemplares en entornos administrados.
“La mayoría de las decisiones de los animales bajo cuidado humano se toman, en una menor medida con base en la investigación realizada a la fecha, así como en el criterio profesional construido a lo largo de décadas de experiencia.
“Este estudio busca llenar ese vacío mediante la recopilación de datos sólidos y objetivos que pueden ayudar al diseño futuro de instalaciones, enriquecimiento ambiental y programas de capacitación para el personal a cargo de dichos ejemplares”, dijo Fernando en conferencia de prensa.
Para determinar para la salud y el bienestar de los mamíferos marinos, se harán mediciones. A los ejemplares se colocará un dispositivo, no invasivo, en la parte dorsal.
A través de lecturas, se verifican sus movimientos, sus interacciones de unos con los otros, qué sucede cuando hay enriquecimiento, qué sucede cuando hay interacciones, qué sucede cuando no están presentes las personas con ellos.
“Parte de toda esta investigación tiene que ver con los hábitats que tenemos y el comportamiento que tienen los ejemplares”, explicó Delgado.
De igual forma, a través de una serie de muestras sanguíneas y de otro tipo, se averiguará qué tanto existe bienestar en ellos.
La primera recolección de datos se llevará a cabo en julio y agosto de este año, y la segunda en enero y febrero de 2019.
Después seis investigadores de diversas universidades e instituciones en Estados Unidos harán el análisis de la información recolectada para dar los resultados alrededor del 2020.
Preguntas a responder:
–¿Cómo afectan los hábitats a los mamíferos marinos; existe realmente ese bienestar en los mamíferos marinos?
–¿Sirven el enriquecimiento ambiental que se les proporciona, para estar bien, para estar positivamente y para tener una salud correcta?
–¿Cómo se pueden ver alterados sus comportamientos o su fisiología, con la exposición de una serie de comportamientos?
Delphinus aportará 68 delfines de sus siete centros en Quintana Roo, es decir, el 80 por ciento de su población, que equivale al 23 por ciento de la muestra total a aplicar.
Tomás Capote, director de comportamiento y programa de reproducción de la misma firma, comentó que para 2020 se tendrá mejor conocimiento de los parámetros que realmente influyen en el bienestar de los animales y cuáles son los valores a los que habrá que aspirar.
“Nos va a marcar una nueva línea o mantener la que ya traemos”, estimó.
También estuvieron en el anuncio, Raúl Torres, director de medicina veterinaria, y David Gómez Durán, coordinador de educación ambiental e investigación científica de Delphinus.