Mérida, Yucatán.-  Yucatán es uno de los estados que está a la vanguardia en cuanto al combate al analfabetismo, con posibilidades de reducir el rezago educativo del seis por ciento de su población al cuatro por ciento en los próximos tres años.

El director general del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), Gerardo Molina Álvarez, resaltó la sólida oferta educativa en educación básica en Yucatán, que ha dado pasos importantes para abatir el analfabetismo en la población adulta.

Entrevistado durante los trabajos de la reunión regional de coordinadores del INEA del sureste mexicano, planteó que diversas instituciones de educación superior de Yucatán han contribuido a reducir el analfabetismo con los programas de servicio social y aprobación de materias de sus alumnos con trabajos de campo en materia de alfabetización.

Estas actividades han hecho posible que en este estado existan amplias posibilidades de integrarse la tendencia nacional de reducir a 4 por ciento la tasa de analfabetismo, con lo que podrá declararse a México como un país libre de este rezago, conforme a los parámetros de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Sin embargo, el titular del INEA reconoció que el nivel de retraso educativo es considerable, ya que la mayor tasa de analfabetismo se encuentra en los estados de Chiapas y Oaxaca, con un nueve por ciento de población que no sabe leer ni escribir.

En ese sentido informó que el objetivo de la reunión regional sureste, que involucra a coordinadores de Tabasco, Chiapas, Oaxaca, Campeche, Quintana Roo y Yucatán, es precisamente establecer políticas de trabajo y estrategias para aminorar el índice de analfabetismo en la zona.

Otro de los objetivos, dijo, es que en este año 30 mil personas más logren obtener su certificado de secundaria, lo que permitirá alcanzar la cifra a nivel nacional de 30 millones de personas más con ese grado educativo.

Aceptó que esta cruzada contra el analfabetismo no es una cuestión de números, sino de que estos avances se reflejen en una mejoría de la calidad de vida.

Molina Álvarez mencionó que en la medida que una ama de casa sepa leer y escribir, propiciará que sus hijos se incorporan a la educación formal de manera continua y persistente.

(Jesús Mejía)