Mérida, Yucatán.- Con el respaldo de expertos de la UNAM, las grutas y cenotes del estado de Yucatán fueron incluidos dentro de la Asociación de Cuevas Turísticas Iberoamericanas (ACTIBA), por lo que ya se encuentran de forma oficial en el mapa mundial de su tipo.
Flor Elisa del Rosario Árcega, de la Unidad de Química de la UNAM en Sisal, anunció lo anterior, lo que constituye, dijo, un paso adelante en la promoción internacional de dichos cuerpos de agua y cavidades de Yucatán que, de acuerdo con datos oficiales, suman más de dos mil 300 en el estado, aunque se estima que hay muchos más.
Indicó que de manera conjunta con Pedro Robledo Ardila, del Instituto Geológico y Minero de España, se logró la inclusión de dichos sitios naturales en la ACTIBA al comprobarse la existencia de un patrimonio subterráneo con alto valor para el turismo geológico.
“La importancia ecológica de estos sitios es enorme, sobre todo por su papel como conectores entre dos sistemas: el subterráneo y el terrestre, así como otros intermedios. Además, desde el punto de vista hidrogeológico, probablemente es el acuífero kárstico más grande del mundo, lo que en sí mismo ya significa un ecosistema propio y único”, resaltó.
Desde la perspectiva histórica, la relevancia de esos sitios es mayor, ya que para los antiguos mayas eran fuente de vida y de muerte, pues eran considerados la entrada al inframundo, apuntó.
De la mano de ACTIBA, abundó, se abren conexiones con organismos como la Unesco, que pueden ser muy importantes para temas de conservación, así como de la Unión Europea o el Gobierno de España, que tienen planes específicos de cooperación internacional iberoamericana.
Como beneficios tangibles adicionales, la investigadora mencionó dos: un incremento a la derrama económica en Yucatán, derivado de las visitas turísticas a cuevas y cenotes, y segundo, representa un salto considerable en la gestión de recursos de apoyo para la protección y conservación del mundo subterráneo yucateco.
Este trabajo, añadió Árcega, fortalece las líneas existentes en la unidad de la Facultad de Química en Sisal y abre otras nuevas como el estudio microclimático de cuevas y la posibilidad de interactuar con distintos grupos de investigación que trabajan en otras cuevas turísticas del mundo.
“Trabajar en pro del uso sostenible de los recursos es una necesidad urgente y una herramienta útil para lograr inclusión, igualdad y una sana convivencia con la naturaleza”, concluyó la docente de la UNAM.
(Fotos: UNAM)
(Jesús Mejía)