Mérida, Yucatán.- El arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez Vega, resaltó la unidad el pueblo de México surgida como respuesta al posicionamiento del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de militarizar la frontera entre ambos países.

“Ya era hora de un poco de aire fresco, de ver una muestra de unidad en un período que es de división, de contienda por el proceso electoral”, dijo durante su homilía de este domingo en la catedral de la ciudad.

En su mensaje a los creyentes aludió la noticia de que el jefe de la Casa Blanca decidió reforzar la frontera para evitar el paso de drogas y de criminales, medida que fue criticada por los círculos diplomáticos y políticos de México.

El prelado mencionó que México a través de su mandatario Enrique Peña Nieto ha hecho una respetuosa pero enérgica protesta por esa militarización, lo que no es signo de buena vecindad, posición a la que se sumaron los cuatro candidatos a la Presidencia y la sociedad en general.

“La unidad nos hace bien”, subrayó el arzobispo de Yucatán, quien hizo votos porque siempre se adopte y se preserve esta actitud y no sólo se dé con hechos extraordinarios.

Refrendó la necesidad de mantener la unidad en este proceso electoral ante sucesos tan lamentables como el asesinato en algunos lugares del país de candidatos a alcaldías y ante la división y rupturas de algunas familias.

De igual manera, Rodríguez Vega respaldó la posición pública de los obispos de la frontera norte de enviar un mensaje de solidaridad a los migrantes centroamericanos que realizan una peregrinación hacia la frontera, y cuya dignidad, apuntó, “debe ser reconocida a esos hermanos nuestros”.

“Si queremos ser una iglesia unida, si queremos permanecer unidos en la comunidad, necesitamos ubicar al enemigo común, y hoy en día hay enemigos comunes en el pensamiento moderno”, advirtió ante cientos de feligreses que cada semana acuden a misa.

En su homilía, el religioso llamó a los fieles y a la sociedad en general a ser críticos ante la realidad que nos rodea, “para que no pase lo que no debe pasar a nuestra gente y que nadie diga que hay que aceptarlo todo y seguir la corriente”.

El buen cristiano debe estar en lucha contra todas esas ideas y costumbres que se oponen a la fe, enfatizó en referencia al Evangelio según San Juan sobre la necesidad de identificar a los enemigos del mundo.

(Jesús Mejía)