Gasta Uady más de 200 mil pesos al año en rankings; se desploma en otro

Mérida, Yucatán.- Dicen que la tercera es la vencida, y en el caso de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady) por fin subió en un ranking internacional… apenas 5 lugares: del 76 al 71.

Sin embargo, este respiro -después de 2 listados que lo ponen a la baja, aunque según la Uady no en la magnitud en la que las calificadoras manejan- llegó después de un desplome -este sí lo reconocen- de 38 lugares entre un año y otro, en el Scimago Institutions Rankings.

Además, esta recuperación pudo deberse más a su cambio en la página web que al mejoramiento de la calidad educativa, pues este listado en particular toma muy en cuenta la interacción y tráfico en la página web de la casa de estudios.

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Como informamos en días pasados, la Uady registró caídas estrepitosas, en los últimos 5 años en rankings internacionales, lo que “sacudió” a la comunidad universitaria. En Times Higer Education (THE), publicamos que la Uady bajó 37 lugares, mientras que en el QS Top Universities, la caída fue de 72 sitios.

Sin embargo, la Uady no acepta estas cifras porque asegura que, generalmente, después del sitio 50 en las listas, las universidades se colocan en “rangos” (de 5 o 10 lugares)  porque los resultados por cada una son casi iguales, es decir, están empatadas. Esto significa que cada rango que bajan es un lugar.

Esta baja de nivel se debe a múltiples factores, pero en una entrevista con Rafael A. Rojas Herrera, coordinador Administrativo del Sistema de Posgrado e Investigación, quien asegura que los listados no sólo son difíciles de interpretar para la gente común sino también para los propios universitarios, encontramos los siguientes:

1. Más universidades se suman a la lista
   Cada vez más universidades entran a los listados, muchas de ellas superan a la Uady en matrícula y tamaño. En uno de los listados apareció el Instituto Politécnico Nacional (IPN) que, en muchos aspectos, supera a la Uady. Por ejemplo, en investigación tiene al Cinvestav, que tiene un sistema nacional de investigación, contra el de la Uady, que es regional.
   La mayor incorporación de instituciones a los listados juega en contra de la Uady, por lo que el propio Rojas Herrera vaticina que la Uady bajará más.
2. Pocos estudiantes y profesores extranjeros
   La baja “intercionalización”, es decir, el escaso número de profesores extranjeros (no nacionalizados) y alumnos extranjeros que “atrae”.
   El directivo universitario explica que en la Uady sí hay profesores extranjeros, pero muchos de ellos se nacionalizan para evitarse muchos problemas burocráticos; pero con la carta de nacionalización, ya no cuentan como extranjeros.
   Sobre los alumnos, la dificultad radica en que traer estudiantes de otras partes del mundo en el nivel licenciatura implica, en algunos casos -como Medicina- dejar fuera a alumnos locales.
   
3. Cambios en la forma de medir
   El cambio en la metodología para la medición de los factores que dan la calificación final de las universidades. Esto lo aclara, por ejemplo, el ranking QS; esto implica que la comparaciones año con año no sean tan exactas porque hay parámetros que “desaparecen”.
   Además, cuenta también la información que la Uady envía; Rojas Herrera asegura que no fue sino hasta hace 2 años que se sistematizó el envío de información, porque incluso dentro de la Uady “no se habla el mismo idioma” entre áreas.
   También “hay problemas” con los conceptos, porque un profesor “de tiempo completo” (40 horas a la quincena) se refiere sólo a cátedra, pero tiene que hacer investigación, asesorar tesis, entre otras tareas.
   Además, con los profesores contratados por hora, se tiene que hace un parámetro para “meterlos” dentro de ese concepto de tiempo completo, o sea, cuando se juntan las horas de varios se integra a uno solo, como si fuera un profesor y no 3 o 4.
   Aquí entra la falta de profesores: la Facultad de Derecho, una de las más “pobladas”, sólo tiene 9 profesores de planta, y el resto son profesionales que ejercen la docencia pero no tienen base.
4. Poco dinero, en comparación con otras universidades
   El bajo presupuesto comparado con las grandes instituciones mexicanas, como la UNAM o el Tec de Monterrey. Dice que, por ejemplo, la máxima casa de estudios de México gasta cada año incluso más que algunos estados de la República, y que esos recursos también son mucho más altos en investigación, uno de los factores que se toma en cuenta en las mediciones.
5. Muchos alumnos por cada profesor
   El número de profesores por alumno, que en la Uady se acerca a los 30, cuando lo ideal es de 20. El directivo universitario asegura que hay muy pocas universidades en América Latina que pueden siquiera “acercarse” a ese promedio.
6. El que paga manda
   El dinero que aporta para someterse a la calificación, pues los 3 en los que ellos participan son empresas que cobran por “rankearlas”. No significa que compren lugares, pero el dinero cuenta.
   ¿Por qué quien más paga puede mejorar su posición? Porque las empresas les dan más visibilidad en la web y mientras “más se vean” en internet su posición mejora.
   “Ahora hay un sistema en el THE de estrellas porque todas estas son empresas..  Con fines de lucro, ellos te cobran por mejorar tu perfil en su página”.
7. Investigación con resultados de mediano plazo
   El tiempo que demora en “madurar” un artículo científico publicado, que puede llevarse hasta 5 años. Las citas de textos son un factor que se mide y lleva tiempo. Aquí también se ubica la baja producción de artículos científicos en publicaciones que tiene la Uady (entre 200 y 300 al año) comparados con otras universidades de la región.

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No importa el sitio en el ranking sino las mediciones

Para Rojas Herrera, lo importante no es el lugar que la Uady ocupar en los listados de las mejores universidades, sino los parámetros que se miden; en este caso, mostró el resultado en uno de los 3:

Ranking de la Uady entre universidades de México

Estos datos corresponden al THE, pero el directivo universitario asegura que son más o menos iguales en el QS; muestran que, salvo el de Internacionalización, en todos la Uady va al alza.

En el caso del Scimago, no hay mediciones públicas de los parámetros porque este listado se basa en información que está publicada en al web; a diferencia de los otros 2 rankings, que sí solicitan datos, este no lo hace.

Sin embargo, como dijimos al principio, aquí la Uady sí reconoce un desplome, pues inició en el lugar 83 y logró subir al 38, en 2016, pero luego vino la debacle: lugar 76 y apenas recuperó 5 lugares para llegar al 71.

Rojas Herrera explica que las mediciones de las empresas -a la que la Uady les paga para aparecer (a una de ellas 11,500 dólares al año, lo que al tipo de cambio de 18 pesos equivale a 207,000 pesos)- son complejas y multifactoriales, y que son difíciles de entender.

Sin embargo, asegura que a la Uady le interesa estar en los rankings para tener una idea de lo que se está haciendo bien. En ese sentido, aseguró que no hay que tenerles miedo a los resultados sean negativos o positivos.

Aunque los rankings deberían servir para que estudiantes e incluso padres de familia tomen decisiones sobre a cuál universidad ir o mandar a sus hijos el número de personas que los consultan es mínimo.

Y surgió la pregunta: ¿Deberían tomarse en cuenta? La respuesta es “sí”, pero sólo como un factor más para la decisión, pues cada factor que se mide tiene un peso. Por ejemplo, un padre de familia que busca mayor contacto del joven con personas de otros países debe tomar en cuenta la internacionalización.