Las alpacas, una de las especies de camélidos más populares en la región andina de Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina, podrían tener una gran solución para abordar tratamientos contra el cáncer.

Un estudio encabezado por el Instituto de Investigación en Biomedicina de Barcelona (IRB) y el Vrije Universiteit Brussel (VUB), en Bélgica, ha descubierto que el sistema inmunológico de estos animales, tiene una serie de herramientas terapéuticas que pueden bloquear la actividad de la EGF (factor de crecimiento epidérmico), un factor de crecimiento que está desregulado en Células cancerígenas y que podría predisponer básicamente al cuerpo a generar estas malas celulas.

Básicamente es una proteína abundante en las células tumorales que las ayuda a crecer.

Los investigadores identificaron una familia de nanobodies (anticuerpos que son exclusivos de los camélidos) derivados de alpacas que son eficaces contra el EGF y podría inhibir este objetivo terapéutico del cáncer.

“A pesar de los avances en los tratamientos contra el receptor de EGR (EGFR) en pacientes, su eficacia disminuye con el tiempo porque los pacientes desarrollan resistencia”, explican Mónica Varese y Salvador Guardiola , coautores del estudio e investigadores posdoctorales del IRB Barcelona.

“Al aprovechar una herramienta biotecnológica emergente, nanobodies, hemos podido sintetizar los primeros inhibidores con alta afinidad por EGF”.

Inmunidad al EGF
El IRB Barcelona produjo la proteína EGF y sus colegas belgas la administraron a alpacas. La respuesta inmune de estos animales a este extraño antígeno produjo una serie de nanobodies (anticuerpo de los camélidos), y los investigadores identificaron una familia de estas moléculas como posibles inhibidores de EGF. Luego, utilizando una variedad de técnicas biofísicas, caracterizaron las interacciones en células in vitro y en cáncer humano.

“Al inyectar EGF en la alpaca, hemos desafiado a la naturaleza a encontrar una molécula capaz de unirse estrechamente y con alta selectividad al EGF, y ha encontrado dos soluciones muy diferentes pero igualmente efectivas para un antígeno tan pequeño y difícil como el EGF”, señaló Ernest Giralt , director del Laboratorio de Péptidos y Proteínas del IRB Barcelona.

Estos fármacos podrían ser útiles para los pacientes que desarrollan resistencia a los inhibidores de EGFR.

Qué es el EGFR: Es básicamente una proteína que se encuentra en la superficie de algunas células a la cual se une el factor de crecimiento epidérmico y hace que las células se multipliquen. Se encuentra en concentraciones anormalmente altas en la superficie de muchos tipos de células cancerosas, de manera que estas células se multiplican de forma excesiva en presencia del factor de crecimiento epidérmico. También se llama ErbB1, HER1, y receptor del factor de crecimiento epidérmico.

(FayerWayer)