Mérida, Yucatán.- La suspensión provisional de las operaciones de la megagranja porcícola en Homún, ordenada por la jueza cuarto de distrito, Míriam de Jesús Cámara Patrón, significó un primer round en la batalla contra ese proyecto.

Así lo definió Jorge Fernández Mendiburu, asesor jurídico del Equipo Indignación y de la agrupación Ka’anan Ts’onot (Guardianes de los Cenotes).

El próximo martes 9 de octubre, en la audiencia incidental, la juez determinará si la suspensión provisional se vuelve definitiva en tanto se resuelve el juicio de amparo, por lo que, en caso afirmativo, el complejo no podrá operar hasta la sentencia final.

“A veces mucha gente piensa que esta suspensión ya es una suspensión y que ya se ganó el amparo, y no, esto está empezando apenas”, explicó.

De la actuación de la jueza, hasta ahora, aseguró que ha tenido una actitud de interpretación bastante progresista.

“Muy clara y contundente para decir: uno, quienes están reclamando son un sector especialmente vulnerable, como los niños, las niñas y los adolescentes; dos, sí hay datos que acrediten que puede haber un daño que podría ser de difícil reparación”, detalló en entrevista.

“Entonces, el juicio de amparo sí lo convierte en una herramienta de protección para la comunidad. No como han hecho los otros jueces…, los otros jueces, lo que han hecho es proteger a la empresa, es vergonzoso”, subrayó.

El defensor estimó que “se van sentando precedentes” y que la juzgadora deberá ratificar esos criterios la próxima semana en sesión programada a partir de las 10:00 horas.

Hizo notar que “son muy poquitos jueces” que asumen y hacen efectiva la “gran normatividad” consistente en leyes, tratados internacionales y declaraciones e informes de relatores de Naciones Unidas sobre la obligación de protección de los derechos humanos, ambientales, de las comunidades mayas o indígenas, así como el principio precautorio para evitar daños a la salud.

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“Entonces, yo creo que lo que hizo la juez Cuarto de Distrito es lo que deberían hacer la mayoría de los jueces, es decir, poner por encima del interés empresarial, el interés de las comunidades, el interés de la sociedad”, puntualizó.

¿Este recurso está inspirado en el caso de Tajamar?, preguntamos.

—En realidad el caso de Tajamar (en Cancún) es una fuente importantísima… —respondió, y en otro momento reconoció que esa experiencia ayudó.

Y refirió que en la movilización de Homún, los niños de esa comunidad han tenido una participación muy activa, y fue elemento a considerar.

“Claro, no podemos generalizarlos, no estamos hablando de todos y de todas, pero si tú ves las fotos, los vídeos, hay movilización de los niños y las niñas”, agregó.

Fernández Mendiburu apeló a que esa presencia infantil se extienda a otros núcleos y segmentos en la capital yucateca.

“Porque el tema del agua no es un tema exclusivo de la comunidad de Homún. Esa zona de recarga hídrica tan importante afecta también a Mérida y eso lo dice el mismo decreto de 2017 que establece el Área Natural Protegida en la zona de los cenotes.

“Entonces, esperaríamos que eso también, en ese sentido, pues una réplica en otros espacios de la sociedad”, remarcó.

(Texto: LectorxMx. Foto: archivo)