Mérida, Yucatán.- Como proeza médica sin precedentes, ya que no hubo necesidad de realizar operación a corazón abierto, especialistas sustituyeron con una prótesis la válvula principal del órgano cardiaco de dos adultos mayores yucatecos.
Rafael Barrera Zoreda, director general del Hospital Regional de Alta Especialidad de la Península de Yucatán (HRAEPY), donde se realizaron sendas intervención quirúrgicas, informó de esta innovadora operación e implante de la válcula aórtica denominada Acurate Neo, que coloca a Yucatán en una posición de vanguardia en el tercer nivel de atención médica nacional.
Amónario Olivera Mar, jefe de la División de Cardiología del nosocomio, expuso que los pacientes Hermelinda Chuc y Tun y Nicolás Javier González Pinto, de 75 y 76 años de edad, se sometieron este día a ese procedimiento que duró 8 horas y ya se encuentran en proceso de recuperación y en condiciones muy favorables.
Dichos pacientes ingresaron al HRAEPY con diagnóstico de esquemosis aórtica crítica, es decir, con problemas cardíacos o dificultades en el bombeo de la sangre al aparato circulatorio por deficiencias de la válvula principal o la aorta, lo que provocaba disnea, debilidad y agotamiento.
Patricio Heriberto Ortiz Fernández, del Instituto Nacional de Cardiología “Ignacio Chávez”, explicó que a lo largo de la vena femoral de la pierna izquierda se introdujo mediante un catéter la prótesis elaborada con materiales especiales que fue implantada en el sitio de la válvula principal del corazón.
Este tipo de intervenciones no tiene antecedente en el país dado que anteriormente se tenían que realizar operaciones de corazón abierto que implicaba abrir la caja torácica y dejar al descubierto el corazón para realizar el implante, agregó otro de los médicos que participaron.
Este proceso obligaba a los pacientes a mantenerlos largo tiempo sedados para su recuperación, mientras que el moderno sistema no requirió anestesia general, sólo local y hoy los pacientes, después de la operación, ya están conversando con sus familiares.
Barrera Zoreda reconoció la capacidad, experiencia y nivel profesional de los médicos participantes, entre ellos el español Nurivan López Madrigal, jefe de la División de Cardiología del Hospital Ignacio J. Amat Santos, de la empresa Boston Scientific Corporation, fabricante de la válvula, quien supervisó el procedimiento que ya se aplica en varios países de Europa.
Subrayó sobre la colaboración de la Fundación “La Felicidad Comienza A.C.”, que encabeza Roberto Pinto Ontiveros, que hizo posible que estas personas pudieran tener acceso a este tipo de intervenciones, ya que los pacientes son de escasos recursos económicos.
Con todo respeto para los hospitales privados, pero una operación de este tipo denominada “Implantación Valvular Aórtica” llega a costar hasta 800 mil pesos y esas personas no hubieran tenido los recursos para ello, dijo el director del hospital, quien felicitó a todos y cada uno de los profesionales que hicieron posible esta proeza médica.
Abundó que dichos pacientes de avanzada edad fueron seleccionados para darles mayor esperanza de vida –diez años más cuando menos–, dado que se trató de una intervención quirúrgica, aunque delicada, no de alto riesgo.
Con ello, el HRAEPY se encuentra en condiciones de realizar en el futuro este tipo de operaciones en infantes, mediante el apoyo de fundaciones que puedan costear y hacer posible esperanzas de vida.
(Jesús Mejía)