Mérida, Yucatán.- El aumento en el precio del kilogramo de tortilla esta “tocando la puerta” de los molineros locales, pues los insumos siguen al alza, pero el producto se mantiene en 18 pesos en la capital yucateca.

Sin embargo, en la delegación local de la Cámara Nacional de la Industria de la Masa y la Tortilla nadie quiere hablar del tema porque están en medio de un conflicto político por el poder.

Se buscó una versión oficial de la Cámara respecto a información de que en Motul se anunció el incremento del kilo de tortilla -1 peso- a partir de este 1 de enero de 2019. Pero no hubo respuesta.

 

En un breve recorrido por tortillerías del norponiente de Mérida se constantó que el precio se mantenía en 18 pesos el kilogramo. De hecho, los encargados de los molinos descartaron un posible aumento de precio en estos días.

Sin embargo, fuentes cercanas a la Cámara se quejaron del incremento, apenas en el amanecer de este 2019, de insumos para industria, como la harina de maíz (Maseca, Minsa y Maizza) y la electricidad.

Por si fuera poco, aseguran que cada vez hay menos utilidad y de que se ha perdido la venta mostrador; buscan remedio en repartir tortillas, pero como no todos tiene capacidad de invertir en motocicleta acaban por cerrar.

Pero nada de esto “supera” el problema legal que libran porque debido a la falta sustento jurídico para la Cámara, ninguna autoridad la reconoce y, por tanto, no puede autorizarles incrementos de precios.

Así, por lo menos hasta el 20 de enero, cuando, en una asamblea de socios, los industriales definan en elección el futuro de su organización -por ahora a cargo de Andrés Fernando Monsiváis- se sabrá si exigirán subir el precio del kilo.