Mérida, Yucatán.- En la ciudad de Mérida existen unos 40 sitios arqueológicos que requieren atención y protección de los habitantes para frenar el saqueo y su deterioro, ya que alcanzaron esplendor similar a las ciudades prehispánicas mayas de Chichén Itzá y Uxmal, aseguró el arqueólogo Tomás Gallareta Negrón.

Después de participar en el VII Simposio sobre Patrimonio Cultural de Mérida, el especialista mostró imágenes de algunos de los vestigios arqueológicos cuya arquitectura y construcción revelan el grado de desarrollo alcanzado a la par de otras grandes urbes del mundo maya.

Expuso que existen elementos que datan del preclásico hasta los años 900 después de Cristo, del clásico maya, que revelan el alto grado de desarrollo que tuvieron los asentamientos con grandes basamentos ubicados en distintos sitios del perímetro de lo que hoy es Mérida y que tenían como centro de ejercicio del poder político a Ichcaansihó (“Cinco Cerros”), también conocida como T’Hó.

Recalcó que en los trabajos de investigación y rescate ha sido posible identificar y afirmar que mediante sacbés, calzadas y otros vestigios los núcleos urbanos mantenían una relación entre sí, similar a las áreas de influencia de otras ciudades mayas.

Durante su conferencia en el Centro Cultural Olimpo, el experto del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) exhibió diversas estructuras, acrópolis o posibles centros ceremoniales como Yaxhom, Xonaceh y Poxilá, ubicadas en diversas comisarías de la capital yucateca.

Respecto a la organización social y política de las antiguos mayas, Gallareta hizo una comparación con la Casa de Windsor de Londres, donde residen personajes con títulos nobiliarios, con dominio de un territorio determinado para la colecta de impuestos.

“Esa fue la forma de organizarse de los antiguos pobladores de la región”, señaló.

Ya en entrevista, reconoció que en el pasado los actuales vestigios y asentamientos mayas fueron objeto de saqueos y sustracción de materiales, situación que, dijo, ha disminuido de manera importante, no sólo porque es un ilícito, sino porque existe más conciencia de la población de cuidar su patrimonio.

Igual, afirmó que es posible promover desarrollo urbano con el cuidado del patrimonio arqueológico.

Luego, contrastó cómo los mayas vivieron durante dos mil años en un mismo lugar sin problemas de drenaje y de alimentación, mientras que nosotros con toda la tecnología enfrentamos problemas y carencias para la subsistencia.

“Estudiar soluciones que nosotros podemos aplicar en el presente y el futuro, ahí es donde reside el verdadero valor de la arqueología, no como una ciencia que se dedica a coleccionar cosas del pasado, sino como una ciencia viva que nos permite conocer como seres humanos cómo estamos y saber para dónde queremos ir”, comentó.

(Jesús Mejía)