Mérida, Yucatán.- Habitantes del fraccionamiento Cielo Alto, en el municipio de Kanasín, enfrentan casi “un infierno” en la gestión de servicios y por las condiciones en que se encuentran sus viviendas.

A la contaminación y pestilencia de las aguas negras de la supuesta planta de tratamiento de residuales –caso que se difundió en semanas pasadas–, se sumaron ahora quejas por lo básico.

Desde hace siete días, los colonos de la segunda etapa –de reciente ocupación– padecen falta de agua potable.

Sus tomas provisionales son “piratas”, pues la desarrolladora “Crear Hogares S.A. de C.V.” no ha finalizado negociaciones con la Junta de Agua Potable y Alcantarillado de Yucatán (Japay).

El 29 de enero anterior, la empresa ordenó a sus empleados desconectar el suministro, para evitarse una demanda y por un presunto adeudo.

A partir de entonces, comenzaron las penurias de las familias, quienes no tienen el vital líquido para lo elemental. Los que tienen posibilidades económicas han recurrido a la compra de vidones y garrafones de purificada.

La constructora, según los afectados, no tiene plazo para una solución definitiva, es más no escucha los reclamos.

Por ese motivo, un grupo de residentes realizó un plantón frente al módulo de la vendedora –calle 181C– en inmediaciones del parque central de ese asentamiento, ubicado detrás del periférico de Mérida.

A ese problema, los inconformes añadieron otras anomalías: deficiencias en las casas que recibieron, fallas en instalaciones y robos, entre otros.

Ángel Torres Cruz, representante del colectivo, informó que analizarán otras medidas de presión para que sean atendidas sus peticiones.

(LectorMx)