Mérida, Yucatán.- Contrario al acoso y desigualdad en los ingresos y oportunidades para la toma de decisiones que prevalece en el medio laboral, en el ámbito científico existe una mayor igualdad en el desempeño de las funciones y reconocimiento mutuo entre hombres y mujeres.

La doctora Teresa Hernández Sotomayor, presidenta de la Academia Mexicana de Ciencias Sección Sureste, defendió lo anterior en un encuentro en el Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY).

Ante un colmado auditorio, expuso que aunque en la matrícula de científicos predominan los varones, cada vez participan más mujeres, en particular en biológicas y de la salud.

Sin embargo, todavía no se logra lo mismo en las ingenierías, pero en todas las áreas hay reconocimiento de capacidades.

Como directora de la Unidad de Bioquímica y Biología Molecular del CICY, Hernández Sotomayor consideró importante seguir conmemorando el Día Internacional de la Mujer para avanzar en la concientización y romper la brecha de género que existe en actividades sociales y laborales.

La doctora Daisy Pérez Brito, responsable del Laboratorio GeMBio del CICY, exhortó a las mujeres a laborar en donde ellas deseen, ya sean ingenierías, ciencias agronómicas, matemáticas, etc., pues la elección de profesión no debe depender del género, sino del gusto individual.

Dalila Aldana Aranda, del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav), Unidad Mérida, mencionó que la mayoría de los trabajos de producción o trabajos “rudos” aún siguen siendo desempeñados por varones, por lo que es necesario, apuntó, iniciar el cambio con pequeñas acciones para modificar enfoques o prejuicios.

Ana Luisa Ramos Díaz, del Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco (CIATEJ), destacó cómo la brecha en la equidad de género cada vez es más pequeña, gracias a la lucha y el trabajo que han realizado otras mujeres en diferentes campos, ya sea los derechos humanos, la ciencia, la política.

Patricia Quintana Owen, investigadora del Cinvestav, Unidad Mérida, estimó que la inequidad entre hombres y mujeres puede disminuir desde la educación en casa, al inculcarle a los hijos que no sólo las mujeres son las que deberían de dedicarse a las tareas del hogar, sino los varones igual deben realizarlas.

(Jesús Mejía)