Cuando dos hombres desean la misma cosa que no pueden
gozar juntos se convierten en enemigos
Thomas Hobbes
Por: Julian Santiesteban
Las implicaciones de que se desintegre en Quintana Roo la coalición del partido Morena, el del Trabajo (PT) y –hasta ahora- el Partido Verde Ecologista (PVE), hay que buscarlas fuera de la entidad, por ejemplo en la Cámara de Diputados federal, pues cinco legisladores verdes sacrificaron su militancia para integrarse al partido del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, para posibilitar que su fracción parlamentaria tenga el control absoluto de la llamada Cámara baja. ¿Será que con el desprecio morenista para ir juntos en el proceso electoral, la alianza gubernamental también se rompa? Esa es la pregunta real.
Ahora bien, aun cuando ello ocurriera, el control que Morena tiene en la Junta de Coordinación Política por los tres años de la legislatura; la presidencia de la Mesa Directiva y el Comité de Administración en el primer año no está en riesgo, y el desaire a los verdes hasta esta etapa del proceso electoral pudo haber sido incluso una “jugada” calculada así, pues recordemos que los legisladores del Partido Revolucionario Institucional (PRI) fueron los primeros en sumarse a los de Morena en tareas legislativas como la aprobación de la Guardia Nacional, a grado tal que la dirigente nacional del partido en el poder federal, Yeidckol Polevnsky, declaró que “PRIMOR se escucha mejor que PRIAN”, los verdes no sobran, pero no son indispensables entonces.
Ahora bien, hasta el momento en que esta columna se redacta, los verdes quintanarroenses insisten en que la coalición se mantiene y que no es vinculante la decisión de la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia (CNHJ) de Morena, en el sentido de terminar con la coalición con el PVE, pues aseguran que es parte de un conflicto interno; esto a pesar de que el órgano partidista señala que los del partido del tucán representan “la vieja forma de hacer política dentro del periodo neoliberal, una manera plagada de opacidad, impunidad, corrupción y de nulo compromiso con la honestidad, la democracia y el bienestar del pueblo de México.” Pues vaya que son resistentes a los calificativos, con tal de mantenerse pegaditos al poder.
Más allá del conflicto partidista interno en Morena, los aliados del presidente López Obrador deberán ponerse de acuerdo, pues la congruencia y apego a los principios rectores de su instituto les puede enturbiar los acuerdos en el Legislativo federal, y si de cuidar la imagen se trata y de no juntarse con los verdes, el tricolor no representa una “amistad” más edificante, ¿el PRIMOR puede existir para imponer la voluntad morena en la Cámara de Diputados, pero desprecian a su antiguo aliado, el PVE, y no lo quieren coaligado en los procesos electorales? Tendrían los morenos que ser “rara avis” para cruzar el pantano y no mancharse…y no lo son, sólo son políticos dispuestos a pactar con el diablo si fuera necesario para llevar a cabo su proyecto; luego entonces, ¿adiós verdes, bienvenido PRIMOR? Pues ni a cuál irle.
COMENTARIO MORBOSO
Y a propósito del proceso electoral quintanarroense, conforme se acercan los tiempos de campaña crece la duda sobre quiénes apoyarán a los candidatos del Partido Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD) en su camino a las urnas, considerando que son los partidos que gobiernan la entidad y, se supone, cuentan con estructuras para lograr la reelección y buscar –aunque difícilmente ocurrirá- mantener la mayoría en el Legislativo local.
El morbo aflora porque uno de los principales aliados del joaquinismo, Julián Ricalde Magaña, declinó integrarse a la lista de candidatos de representación proporcional, lo que refuerza el rumor surgido ya hace algunos meses de que está alejado del “régimen”; mientras persiste también la duda sobre la participación en el proceso de otro de los aliados que contribuyó a construir la actual mayoría legislativa: Miguel Ramón Martín Azueta.
Por cierto, para el proceso electoral en curso, se supone, se designará a Filiberto Martínez Méndez como coordinador de las campañas de los candidatos del PAN-PRD, pero hasta ahora nada oficial existe; luego entonces, de nuevo el planteamiento, ¿quiénes serán los operadores políticos? Así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.