Mérida, Yucatán.- El arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez Vega, llamó a la grey católica a no caer en la idolatría tanto de personajes del mundo artístico como de la política, que muchas veces, advirtió, tienen un comportamiento que no es para nada ejemplar para los demás.

Al encabezar la conmemoración del Domingo de Ramos, la representación cristiana de la entrada de Jesucristo a Jerusalén, expresó su rechazó hacia determinadas personalidades a quienes llaman divas, que significa diosas.

En su mensaje ante los creyentes concentrados con sus palmas en la parroquia de Santa Lucía, antes de presidir la procesión, el religioso habló también de los políticos que son seguidos por una multitud que van por alguna playera o comida con la esperanza de que cumpla sus promesas.

Así son las multitudes que aclaman a un candidato, alertó monseñor, quien de manera enfática preguntó a la concurrencia: “¿o adoramos a Dios y lo aclamamos o adoramos a cualquiera y lo aclamamos?”

Afirmó que quienes siguen a Jesús son gente de fe sencilla de corazón, de todas las clases sociales, tal como la multitud de Jerusalén que recibió a quien en Betania realizó el milagro de la resurrección de Lázaro.

En su homilía de la ceremonia que presidió posteriormente en la catedral, resaltó la importancia de la misericordia que se expresa en la atención a los pobres, los migrantes y los desvalidos, mientras que otros, dijo, los critican y los condenan.

Como cada año, contingentes masivos participaron en el Domingo de Ramos: monjas, sacerdotes, acólitos, seminaristas y devotos siguieron la imagen de Jesús en un borrico que lo trasladó del templo de Santa Lucía a la Catedral de San Ildefonso.

Con sus ramos, cruces, cálices y otros arreglos de hojas de palma, así como muestras de albahaca, ruda y romero, previamente bendecidos, los creyentes siguieron con cantos y plegarias la caminata.

De esta manera, el mundo católico inició la más importante de sus manifestaciones de fe: la pasión y muerte de Jesucristo.

(Jesús Mejía)