Mérida, Yucatán.- La compra venta de cigarrillos sin control de importación y de dudosa calidad es una realidad en Mérida y en muchas ciudades del país, lo que resulta doblemente dañino para la salud de los consumidores, advirtió el doctor Carlos René González Álvarez.

El representante en Yucatán de la asociación civil CODICE (Comunicación, Diálogo y Conciencia) –que pugna por la apertura de un mayor número de espacios libres de tabaco–, planteó el problema de salud pública que implica el comercio de contrabando, con alta demanda entre los jóvenes yucatecos.

Si los cigarrillos que se expenden con valor de 45 a $50 la cajetilla son dañinos, todavía más lo son esos que entran sin ningún tipo de control al mercado nacional y que son cerca del 30 por ciento de lo que consumen los fumadores, puntualizó en entrevista.

De acuerdo la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), en México se venden alrededor de 340 millones de paquetes de cigarro de contrabando cada año –cerca de 29 millones cada mes–, y es la frontera con Belice uno de los puntos donde más producto adulterado e ilegal ingresa al país.

Para González Álvarez esta comercialización significa un grave riesgo a la salud pública, ya que muchas veces la mayoría de estos cigarrillos no cuenta con los controles sanitarios necesarios y tiene contenido adulterado.

Por ello, subrayó la necesidad de que los fumadores adquieran mayor conciencia de los altos riesgos en la salud el consumir dichos productos.

El doctor en medicina general comentó lo anterior a propósito este 31 de mayo del Día Mundial sin Tabaco, ocasión en que diversas organizaciones y estudiantes escuelas llevarán a cabo la campaña “Colillatón” que consiste en recoger colillas de cigarro en el malecón de puerto Progreso a partir de las 7:30 horas.

Shanny Esther Cámara Canto, encargada del Programa Edificios Libres de Humo de Tabaco; María José Evia Rodríguez, encargada de Sustentabilidad y Responsabilidad Social de las Empresas de la Fundación del Empresariado Yucateco (FEYAC), y Natasha Merino, de la asociación Cero Basura anunciaron dicha campaña.

En rueda de prensa, resaltaron la iniciativa, sin precedentes y orientada a la recolección de colillas de cigarros cuyos efectos y perjuicios en el medio ambiente representa una preocupación entre organizaciones ambientalistas.

Refirieron que en 2018 Greenpeace y Cero Basura recolectaron, como una muestra del problema, colillas de cigarros en un polígono de 400 metros cuadrados, cantidad que fue el equivalente en volumen a un costal de harina de 50 kilogramos.

Por ello, llamaron a la sociedad en general a sumarse a estas acciones de limpieza de colillas de cigarro, así como de otros materiales de desecho como plásticos y PET en las playas de Progreso.

Los promotores de “Colillatón” exhortaron a los fumadores a no tirar las colillas de cigarro en las calles y avenidas, ya que representan un foco de contaminación por la presencia de sustancias tóxicas como la nicotina y el alquitrán que concentra ese residuo.

Recomendaron, en su caso, colocar las colillas en una botella pet para evitar que las ingieran animales.

Una colilla de cigarro es capaz de contaminar cinco litros de agua de mar y 50 litros de agua potable, alertaron.

En el mar, las colillas adquieren una apariencia viscosa que las hace atractivas a los peces que las consumen y posteriormente, mediante comercios de pescadería, el producto es consumido por las personas.

(Jesús Mejía)