Abraham (Avi) Loeb, jefe del Departamento de Astronomía de la Universidad de Harvard y profesor desde hace más de 30 años, aseguró en una entrevista que una nave de origen alienígena se acerca a la Tierra.

«Una nave espacial o parte de ella puede estar volando más allá de la órbita de Júpiter, si fuera así, los primeros extraterrestres ya están aquí», afirmó Loeb.

De acuerdo con Washington Post, el autor de más 700 trabajos teóricos explicó que el 19 de octubre del 2017 el telescopio Pan-STARRS, en Hawaii, registró un objeto no identificado en el cielo.

Se movía tan rápido que sólo podía proceder de algún lugar fuera del Sistema Solar. Se trata de la primera visita que nos llega del espacio exterior de la que tengamos conocimiento», dijo.

Ante esto, algunos miembros de la comunidad científica dijeron lo siguiente:

Es un impresionante ejemplo de ciencia sensacionalista y con motivaciones espurias».

A este UFO (objeto volador no identificado) le llamaron Oumuamua que en hawaiano significa ‘explorador’.

Loeb y su colega publicaron un artículo en Astrophysical Journal en el que aseguraban que Oumuamua «es una vela luminosa, flotando en el espacio interestelar como un escombro de un equipo tecnológico avanzado».

La conclusión de Loeb es que cree que se mueve demasiado rápido para ser una roca inerte y que se aleja del Sol como si algo la estuviera empujando desde atrás.

Según el astronómo, Oumumua es muy inusual y presenta características que lo hacen completamente diferente a cualquier cometa o asteroide como son su velocidad, su atípica trayectoria, no mostrar desgasificación al acercarse al Sol y la ausencia de cola como la de los cometas. Para el astrónomo es tonto pensar que «estamos solos en el Universo».

Pese a sus teorías, la comunidad científica atacó duramente sus declaraciones afirmando que «Oumuamua no es una nave alienígena, y esa sola sugerencia es un insulto para la investigación científica honesta», afirmó el astrofísico Paul Sutter tras la entrevista de Loeb.

Sin embargo, recientemente Loeb afirmó que no le interesa la opinión de los demás y asegura que no cambiará de opinión.

Mucha gente esperaba que una vez que hubiera toda esta publicidad, me echaría atrás. Si alguien me muestra pruebas de lo contrario, inmediatamente retrocederé (…) Lo peor que me puede pasar es que me liberen de mis tareas administrativas, y eso me daría aún más tiempo para concentrarme en la ciencia», afirmó.

El tema fue puesto en la mesa nuevamente por The Washington Post.

(expreso.press)