Mérida, Yucatán.- El suicidio está relacionado con la desigualdad social, la discriminación, el abuso, la violencia y la pobreza y por eso lo han convertido en un tabú tanto en Yucatán como en Quintana Roo, estados con los mayores indicadores de muerte autoinfligida.
Gaspar Baquedano López, experto en salud mental, aclaró en entrevista que el suicidio no es una enfermedad, es un problema humano, existencial que tiene que ver también con la economía, la ideología dominante y la depresión.
Por esa razón, dijo luego de participar la Jornada de Prevención del Suicidio “Vivir es lo de hoy”, los gobiernos, en particular el de Quintana Roo, no quieren hablar de ese tipo de muertes que afecta a residentes y turistas, porque se les cae la imagen de destino paradisiaco de sol, palmeras y playa.
Se oculta, porque si se evidencia, es que el sistema no funciona bien, agregó Baquedano López, quien expuso que para los funcionarios de Quintana Roo “no conviene hablar de ello, lo guardan debajo del tapete, aunque lo que está debajo apesta”.
Planteó también que esta incidencia, que ha colocado a Yucatán y Quintana Roo en cuarto y quinto lugar nacional con tasas de 8.8 y 8.2 por cada 100 mil habitantes en el 2017, respectivamente, lo cual, puntualizó, no es cosa del gobierno, sino un tema de responsabilidad compartida.
El ex director del Hospital Psiquiátrico de Yucatán afirmó que las actitudes suicidas no son únicamente un asunto psiquiátrico o de salud pública, sino un problema humano.
“Estamos buscando tener y nos olvidamos del ser”, recalcó el especialista, quien se declaró seguidor de las tesis de Erich Fromm.
Luego, se pronunció por una campaña de despertar de conciencias, de percatarse de lo mal que están las cosas, empezando con uno mismo, y de los que viven con uno.
Criticó igual que las grandes empresas farmacéuticas traten de manipular el tema como un problema de medicación, en el que sugieren al individuo felicidad mediante la ingestión de Prozac (o Fluoxetina, para atender en adultos y niños trastornos depresivos y obsesivo compulsivos, la bulimia nerviosa y la alteración premenstrual).
Reconoció que son más los hombres suicidas que las mujeres, en una proporción de 10 a 1, y explicó: “La presión social, cultural y económica es mayor sobre el varón, a quien culturalmente no se le permite que exprese su tristeza, que llore, mientras que la mujer es la que acude más a buscar ayuda, el varón no, porque es machito”.
Por todas esas circunstancias y situaciones, estimó, sin proporcionar cifras, que la cantidad de suicidios será mayor este año con respecto al anterior.
De acuerdo con datos extraoficiales, al noveno mes del presente año suman ya 124 suicidios en Yucatán, en tanto que en 2018 se contabilizaron un total de 185 casos.
(Jesús Mejía)