Mérida, Yucatán.- La erosión es la amenaza número uno de los suelos del planeta, de tal forma que cada cinco segundos es afectado el equivalente a una cancha de fútbol, es decir seis mil 500 metros cuadrados, por causas humanas relacionadas con los efectos del cambio climático, planteó el investigador Óscar Álvarez Rivera.

En el encuentro sobre Ecoagricultura, en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), el maestro en Ciencias Biológicas subrayó la importancia de proteger los ecosistemas, toda vez que para restaurar de dos a tres centímetros de suelo se requieren hasta un mil años.

Ante estudiantes, el especialista de la UADY mencionó que todos podemos contribuir de una u otra manera a mejorar las condiciones del hábitat y contrarrestar los efectos de la depredación de los recursos naturales.

En ocasión del Día Mundial del Suelo (5 de diciembre), instituido por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), llamó a los presentes a poner un granito de arena para modificar nuestros patrones de consumo, reducir la contaminación y la emisión de gases de efecto invernadero.

“Juntos todavía tenemos oportunidad de dar el salto y salvar nuestro entorno y el planeta”, expresó con optimismo, y refirió que las autoridades ya aplican programas de mitigación.

El caso de la sequía agrícola, describió que, incluso para productores que cuentan con sistemas de riego, implica pérdidas y bajo rendimiento de cultivos, cabezas de ganado y colmenas, disminución de la calidad de los productos, así como incremento en los costos de producción, lo que se traduce en la reducción del ingreso de las familias del sector.

Luego, en entrevista, Álvarez Rivera comentó que los aires acondicionados, por sus emisiones de gases fluorados, tienen mayores efectos que las emisiones de metano en la ganadería, de ahí que en las casas es necesario regular el uso de estos dispositivos.

El experto citó un nuevo estudio dado a conocer por Greenpeace y realizado por la Agencia de Evaluación Ambiental de Holanda, que revela que los gases refrigerantes químicos son más dañinos y con un potencial de calentamiento global hasta tres mil 200 veces mayor que el bióxido de carbono (CO2).

Abundó que muchas veces se critica a la agricultura por las quemas y las emisiones de gases; sin embargo, reviró que en las poblaciones urbanas como en las rurales la contaminación de los acuíferos y la falta de drenaje son problemas que afectan las reservas de agua.

Igual expresó su preocupación por la alta mortalidad de abejas y la disminución de colmenas por el uso de plaguicidas en la agricultura, los cuales, a su vez, dijo, son requeridos por los trabajadores del campo dada la multiplicación de plagas y enfermedades derivadas precisamente por el cambio climático.

A su vez –continuó–, dichos plaguicidas inciden de manera importante en la calidad del agua de los mantos acuíferos.

Todos los efectos y causas están relacionados; de ahí la necesidad de que actuemos en lo individual y en lo general para poner nuestro granito de arena a favor del planeta, finalizó.

(Jesús Mejía)