Mérida, Yucatán.- La denominada marcha “Por la dignidad ciudadana”, en calles del centro histórico de Mérida, reunió a entre 300 y 500 personas.
En concentración y manifestación pacífica y silenciosas, los asistentes reiteraron su pliego de peticiones, en el que exigieron el esclarecimiento de los hechos violentos del pasado 19 de enero.
Con ello, insistieron en dar con los responsables y castigarlos, así como sanción a todo funcionario público que intervino en “la represión”.
En orden, sin lanzar consignas, la movilización conformada en su mayoría por jubilados y pensionados, así como maestros que buscan mejoras en su situación laboral, salió del cruce de las calles 60 por 35, siguieron por Paseo de Montejo, tomaron la calle 58 para desembocar en la 61 rumbo a la sede del Poder Ejecutivo.
Con el resguardo de policías estatales y municipales, los participantes –vestidos de blanco, muchos de ellos con tapabocas y mascarillas–, marcharon con pancartas en alto, mediante las cuales expresaron rechazo a los ajustes en pagos de derechos y alzas en impuestos.

Ya en la plaza principal, los manifestantes insistieron en sus reclamos: no más impuestos, pensiones de 10 salarios mínimos, pago puntual y respeto al ciudadano.
Cómo colofón, lanzaron nueva convocatoria para el próximo 31 de enero y para la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador programada para el 1 de febrero.
Entre los inconformes, en número mucho menor que la semana pasada, se hizo notoria la presencia de Severino Salazar Castellanos, veterano exagitador, expriísta y experredista, y padre de Walter Salazar Cano, actual integrante de los órganos de dirigencia del PRI en Yucatán y ex secretario de Desarrollo Social en el gobierno de Rolando Zapata Bello.
Otro que buscó reflectores –como suele hacerlo en estas protestas– es el priísta Roger Canul Rubio, ex verificador sanitario de la Secretaría de Salud de Yucatán y hermano de Jorge Canul Rubio, ex secretario de Logística y Protocolo en la gestión de Ivonne Ortega Pacheco.
(LectorMx)