Por Adela Mac Swiney González
Madrid, España.- La alteración del equilibrio de los sistemas naturales por destrucción directa del hábitat, pérdida de biodiversidad, tráfico de especies, intensificación agrícola y ganadera, sumado a los efectos amplificadores del cambio climático, aumentan notablemente el riesgo de aparición de enfermedades transmisibles al ser humano, advirtió hoy WWF.
El secretario general de WWF España, Juan Carlos del Olmo, subrayó que “tenemos que creernos y asumir de una vez por todas que la salud de la humanidad depende directamente de la salud del planeta”.
Añadió que igual que debemos invertir más y cuidar al máximo el sistema de salud pública, tiene que tomarse en serio la protección de la naturaleza, que es la mayor fuente de bienestar y la mejor defensa posible contra muchas posibles pandemias”
La organización conservacionista World Wildlife Fund (WWF) presentó un informe sobre la relación directa entre la destrucción de la naturaleza, el cambio climático y el aumento del riesgo de pandemias, como el actual coronavirus Covid-19.
Advirtió que para reducir el riesgo es urgente frenar la extinción de especies, conservar los ecosistemas, reducir la huella ecológica, luchar contra el cambio climático y asumir que la salud de los humanos depende de la salud del planeta.
Hizo hincapié en que en el actual contexto de crisis sanitaria global provocada por el coronavirus, la prioridad es detener la expansión del virus y luchar con todos los medios posibles para salvar todas las vidas posibles.
WWF manifestó su solidaridad con todas las víctimas de la pandemia y recordó que después de esta emergencia sanitaria sin precedentes será necesario replantearse la prevención y lucha contra futuras pandemias porque esta crisis está directamente vinculada con la destrucción del planeta.
Refirió que el 70% de las enfermedades humanas tienen origen zoonótico, es decir, están producidas por microorganismos patógenos que se transmiten al hombre a través de una especie animal.
Apuntó que virus y bacterias conviven con nosotros desde siempre y se distribuyen entre las distintas especies sin afectar al ser humano en hábitats bien conservados, pero cuando la naturaleza se altera o destruye, se debilitan los ecosistemas naturales y se facilita la propagación de patógenos, aumentando el riesgo de contacto y transmisión al hombre, con los consiguientes efectos negativos sobre la salud.
De acuerdo con el informe, titulado “Pérdida de naturaleza y pandemias”, el tráfico de especies, su consumo y contacto directo con restos de animales silvestres, expone a los humanos al contacto con virus u otros patógenos de los que esos animales pueden ser un huésped o vector.
El pangolín, la víctima más afectada del mundo por el tráfico de especies, podría ser el vector que ha desencadenado la actual pandemia del coronavirus, al consumirse en China y otros mercados asiáticos.
A la vez, la destrucción de los bosques debido a las talas, la minería, la construcción de carreteras y el aumento de población, no solo provoca la desaparición de especies, sino también que las personas tengan un contacto más directo con especies de animales con las que nunca habían tenido contacto y también con las enfermedades que puedan albergar.
Además, la intensificación agrícola y ganadera provoca destrucción de hábitats y pérdida de biodiversidad, por lo que también es un factor importante en la propagación de zoonosis.
Destacó el cambio climático porque está amplificando las principales amenazas que afectan a la biodiversidad y favorece la expansión de virus y bacterias, debido a su preferencia por ambientes húmedos y cálidos, facilitando la aparición de determinadas especies en nuevas áreas donde pueden llevar enfermedades antes desconocidas o desaparecidas.
