Pisté, Yucatán.- A 21 días de cerrada la zona arqueológica de Chichén Itzá, alrededor de tres mil trabajadores independientes esperan la ayuda oficial para enfrentar la crisis sanitaria y económica.

Son los afectados directos de la caída del turismo en el sitio prehispánico y la comunidad de Pisté, en su mayoría de Xcalacoop, San Francisco y Tohopkú, en el municipio de Tinum, y de otras demarcaciones municipales aledañas.

“Faltan ingresos, muchos están desesperados, la gente no tiene para comer”, describió uno de los residentes de Pisté, al hablar de una queja generalizada por la falta de ayuda.

En Chichén Itzá, que suspendió operaciones mucho antes que lo hicieran otros centros de su tipo en el país, laboran unos mil artesanos y comerciantes, entre propietarios y ayudantes; casi 300 locatarios y trabajadores del mercado antiguo, así como 250 guías de turistas.

Una cantidad similar se dedica a actividades conexas y depende también del movimiento que generan los visitantes.

Del conjunto, sólo los guías de turistas han recibido la invitación de registro por parte de la Secretaría de Fomento Turístico (Sefotur), a través de la página Inventur.

Los demás se quejan de que no han sido tomados en cuenta a pesar de que el Patronato de las Unidades de Servicios Culturales y Turísticos de Yucatán (Cultur) y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) tienen listados y padrones de personas que laboran en Chichén Itzá.

“A nadie han apoyado, ni a los están adentro ni a los de afuera (de la zona arqueológica)”, comentó otro de los afectados, quien declinó proporcionar su nombre.

En medio de la emergencia, cuestionaron que el director de Cultur, Mauricio Díaz Moltalvo, no se haya comunicado con ellos por ser los primeros impactados por efectos de la pandemia y aun después de presentar sus solicitudes para ser incluidos en los programas del Gobierno del Estado.

“Hasta hoy nadie los ha contactado para decirles cómo se les apoyará. Cuando le llaman al jefe del Parador Turístico, Salvador Chapa, se limita a decir que no tiene ninguna indicación de parte del gobernador”, compartieron inconformes.

En tanto, acusaron que la alcaldesa Natalia Mis Mex ha iniciado la repartición extraordinaria de despensas, pero con preferencia a allegados y a quienes apoyaron su campaña.

El resto, los que no están bajo las siglas de Nueva Alianza, se quedó marginado, lamentaron.

(LectorMx)