Ciudad de México.- El TP-01, José María Morelos y Pavón, tiene dos interesados en su compra y uno de ellos ya depositó 1 millón de dólares.

Según el director general del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras), Jorge Mendoza Sánchez, de 42 potenciales compradores de 16 países, la negociación se ha centrado a la fecha con un par de ellos.

“En cuanto a las dos ofertas, se tiene un avance con uno de los oferentes en términos y condiciones de compra-venta, se recibió ya un depósito de un millón de dólares el lunes pasado; asimismo, la semana pasada recibimos una segunda oferta por otro interesado que se está analizando en este momento.

“Más adelante, si se llegara concretar esta firma de compra-venta, se tendrán que llevar unas inspecciones a cabo por parte de los compradores para posteriormente hacer un cierre de la operación y poder proceder con la entrega de la aeronave”, explicó en conferencia de prensa.

En la mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador, se exhibió al gigante en el hangar oficial y utilizado como escenario, e incluso invitados del mandatario posaron para las fotos y se realizó una transmisión en vivo de un recorrido por el interior.

Gestionado durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa y estrenado en la administración de Enrique Peña Nieto, el Boeing 787-8 fue fabricado en 2010 y adquirido en 2012 por Banobras.

Tiene capacidad de 80 pasajeros más tripulación, 14 horas de autonomía y cuenta con más de mil 702 horas de vuelo.

El avión presidencial finalizó la semana pasada su estancia en Victorville, California, en donde permaneció un año y siete meses al cuidado de su fabricante Boeing y supervisado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

El costo de preservación de la aeronave en Estados Unidos, agregó Mendoza Sánchez, fue de aproximadamente 1.7 millones de dólares.

López Obrador puso al TP-01 como “ejemplo de los excesos” que se cometieron en los gobiernos de sus antecesores.

“Para que no haya duda o malas interpretaciones, el propósito de hacer esta rueda de prensa con el avión de fondo es para dar a conocer al pueblo de México cómo se malgobernaba al país, cómo había lujos en el gobierno durante todo el periodo neoliberal, se le daba la espalda al pueblo, sobre todo a la gente humilde, a la gente pobre y los altos funcionarios vivían colmados de privilegios, de atenciones”, argumentó.

Se iban a terminar de pagar por este avión cerca de siete mil millones de pesos –reveló–, debido a que se recurrió a un financiamiento.

“Nada más el costo de mantenimiento, de viajes al año significa alrededor de 150 millones de pesos”, precisó.

En otro momento, el tabasqueño calificó de “un insulto de corte faraónico” y “ostentación” haber comprado el Boeing 787-8, y propuso retirar el nombre actual y ponerle el de algún expresidente, como Carlos Salinas de Gortari.

Fue el único tema de la reunión diaria con reporteros, y el propio presidente organizó a los funcionarios que integran el Gabinete de Seguridad Nacional y a la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, para que se tomaran fotografías al frente del aparato.

Luis Cresencio Sandoval González, titular de la Sedena, detalló que el contrato de arrendamiento por 15 años (al 2027) contempla un total de seis mil 94 millones de pesos.

De 2012 al 2020 se han pagado dos mil 225.8 millones de pesos.

Si continuará vigente lo establecido, en los años faltantes se tendrían que cubrir tres mil 838.8 millones de pesos restantes.

(Fotos: Gobierno de México)

(LectorMx)