Mérida, Yucatán.- Con la carga del desprestigio a cuestas, por la denunciada corrupción en la mayoría de sus gobiernos, y la desbandada latente en sus filas, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ignoró la autocrítica y se asumió “con un proyecto ganador” para las elecciones del próximo año.

Montado en el espejismo de recientes resultados locales en Coahuila e Hidalgo, el cuestionado presidente nacional del tricolor, Alejandro Moreno Cárdenas, confió en repetir la fórmula de esos dos estados en los comicios federales de 2021.

“El PRI tiene carácter, orgullo y categoría política. Estamos de regreso”, alentó en reunión con correligionarios.

Pese a esa supuesta fortaleza, defendió los planes de coaliciones electorales, no ideológicas –aclaró–, para tener una mayor capacidad de competencia en las distintas regiones del país y con base en las condiciones de cada estado.

“Creo firmemente que se mide con los resultados…”, sostuvo a pregunta sobre posibles efectos negativos de esas eventuales uniones, incluso con adversarios históricos.

“Pero no pasa nada, o sea, pero yo a lo que voy es ¿Por qué puede ser contraproducente?”, reviró el campechano a pregunta expresa.

Y presumió que aun con la “preferencia” hacia el presidente Andrés Manuel López Obrador y su partido Movimiento de Regeneración Nacional “aplastamos a Morena 16 cero en Coahuila” y se ganó ampliamente en Hidalgo.

En sus discursos, en los que no hubo alusión directa para las figuras que han renunciado al PRI en Yucatán, el exgobernador pretendió dar muestras de unidad y de apertura “a todas y todos” en medio de una disputa soterrada por las próximas candidaturas.

Por el contrario, se dio tiempo para descalificar el trabajo de los gobiernos federal y estatal, “por su falta de resultados”.

Igual convocó a la ciudadanía “a que regresen con nosotros”, en referencia a quienes votaron por otras opciones políticas en 2018 y que hoy están decepcionados.

“Vienen tiempos de grandes retos, grandes desafíos…”, expresó Moreno Cárdenas, quien el 22 de mayo pasado promovió expulsión de cuatro diputados locales.

Sin embargo, su amenaza contra Lila Frías Castillo, Mirthea Arjona Martín, Luis Borjas Romero y Warnel May Escobar, fracasó en la Comisión de Justicia Partidaria.

“La unidad es fundamental, pero ésta se construye todos los días, en el partido todos son importantes…”, argumentó hoy.

El líder del PRI estuvo en Mérida para la toma de protesta de los 106 comités directivos municipales en Yucatán.

Entre sus encuentros privados, trascendió una plática con el senador Jorge Carlos Ramírez Marín –cabeza de los cuatro legisladores involucrados en el polémico intento de expulsión– y con Pablo Gamboa Miner (hijo de Emilio Gamboa Patrón), ambos con intereses en la candidatura por la Presidencia Municipal de Mérida.

(LectorMx)