Mérida, Yucatán.- Con un marcado descenso de la temperatura en las noches y madrugadas de Yucatán, –mínimas de entre 5 y 10 grados para la entidad- “se presentará” el Frente Frío número 25, de acuerdo con el pronóstico extendido a tres días.

Desde hoy jueves por la tarde y durante la noche y amanecer de mañana viernes se esperan lluvias de moderadas a fuertes en la región peninsular y vientos de entre 45 y 65 kilómetros por hora, con fuertes rachas en el litoral, de acuerdo con el pronóstico de la página especializada Meteorología Yucatán (MY).

Pero antes de la entrada del sistema, el Comité Institucional para la Atención de Fenómenos Meteorológicos Extremos (Ciafeme) de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady) prevé un ambiente caluroso, con cielo medio nublado a mayormente nublado durante el día.

Según MY, el frente frío se extenderá hoy desde la parte noreste hasta el suroeste del Golfo de México, pero su “vaguada prefontral” se sentirá desde la tarde del jueves con lluvias para el sureste (Tabasco, Campeche, Quintana Roo y Yucatán) e incluso para Centroamérica.

Aunque los efectos del sistema frontal serán “breves”, éste se estacionará en la región desde mañana viernes y la masa de aire polar continental causará un marcado descenso en la temperatura en toda la región, con mínimas que se ubicarán en el “segundo nivel de ‘heladez'” -según MY- con valores de entre 5 y 10 grados Celsius para las regiones centro y sur de Yucatán. El resto del estado tendrá registros de entre 10 y 15 grados.

En días previos, la página Meteored ya había pronosticado la llegada de más frentes fríos a la Península de Yucatán durante el mes de enero, en comparación con los que arribaron durante la temporada invernal que inició en 2020, debido “una fase negativa de la oscilación Ártica y a un debilitamiento del vórtice polar”.

“Cuando la oscilación Ártica entra en una fase negativa, se genera un desajuste en la estructura del vórtice polar, encargado de mantener atrapado el aire frío sobre el polo norte”. Este debilitamiento provoca que “se deslice” más aire frío hacia los continentes.

El año pasado, la situación fue completamente contraria, pues hubo una fase positiva, por lo que la presencia de frentes fríos fue menor.