Mérida, Yucatán.- Prácticamente todos los ritos y sacramentos de la Iglesia Católica han tenido que modificarse y adaptarse a las disposiciones sanitarias para evitar el contagio de Covid-19 y el más reciente cambio se dio en el rito del Miércoles de Ceniza, una de las fechas más importantes para esta religión.

Por disposición de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, ya no se colocará la cruz de ceniza en la frente de los fieles sino que las cenizas se “esparcirán” (dejarán caer) encima de la cabeza.

Aunque esta forma de cumplir con este acto religioso podía hacerse incluso en una situación “normal” ahora será prácticamente obligatorio realizarlo así, para evitar el contacto cercano entre los fieles y los sacerdotes.

Adicionalmente, el presbítero que oficie la misa también evitará hablar frente a quienes hagan fila para recibir la ceniza, por lo que no dirá la frase “Polvo eres y en polvo te convertirás” y no se expresará de manera personalizada sino “masiva”, para todos los asistentes, antes de iniciar el rito.

Al respecto, el padre Jorge Martínez Ruz, vocero de la Arquidiócesis de Yucatán, dijo que a sacerdotes de las parroquias de Yucatán ya se les avisó de las nuevas disposiciones para el Miércoles de Ceniza, que este año será dentro de un mes, el 17 de febrero.

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Recordó que si bien la imposición de la ceniza se hace en una misa, también puede realizarse en horarios específicos que dependen de cada templo católico.

De acuerdo con la información difundida por la Congregación, “pronunciada la oración de bendición de las cenizas”, el sacerdote se dirigirá a los presentes, diciendo una sola vez y para todos los fieles, la fórmula del Misal Romano: “Convertíos y creed en el Evangelio”, o bien: “Acuérdate de que eres polvo y al polvo volverás”.

Posteriormente, el presbítero se limpiará (sanitizará) las manos y, con cubrebocas, impondrá la ceniza a los fieles que se acerquen de esta forma: la dejará caer sobre la cabeza de cada uno, sin decir nada.

El padre Jorge Martínez aseguró que es la primera vez que este rito se modifica, pues en el caso de otros, como la Comunión -que se entrega en la mano- ya se había cambiado en 2009, con epidemia de influenza AH1N1.

Dijo que todos los presbíteros de la Arquidiócesis de Yucatán difundirán en las misas las nuevas disposiciones para el rito católico, que marca el inicio de la Cuaresma, el periodo de preparación espiritual para la Semana Santa.

Recordó que, en general, los sacramentos han tenido que adaptarse a las nuevas disposiciones sanitarias, salvo los casos muy específicos como el Bautismo, la Unción de los Enfermos o la Confirmación, en lo que si bien no es posible guardar la sana distancia, se toman medidas extraordinarias para reducir el riesgo de contagio.

(La foto principal fue tomada de Vatican News)