Mérida, Yucatán.- El próximo domingo, 4 de abril, los yucatecos -y los mexicanos de 25 entidades- debemos adelantar una hora nuestros relojes para ajustarlos al horario de verano 2021, que estará vigente hasta el 31 de octubre de este año.

Este cambio, cuyo origen se remonta a 1996, implica que los yucatecos le resten una hora al domingo, es decir, será un día con menos de 24 horas, tan sólo por una disposición oficial, a la que debe ajustar la mayoría de las entidades del país, excepto las de la franja fronteriza con Estados Unidos -cuyo cambio se dio desde marzo- y los estados de Sonora y Quintana Roo.

En realidad, en México, según la ley, existen 4 husos horarios de los 24 que hay en el mundo y son los de 75, 90, 105 y 120 grados oeste del meridiano de Greenwich, que es el que marca la hora universal.

De acuerdo con estos husos, hay igual número de zonas horarias en el país

  • Centro: referida al meridiano 90 grados al oeste de Greenwich y que comprende la mayor parte del territorio nacional, en total 25 estados.
  • Pacífico: referida al meridiano 105 oeste y que comprende los estados de Baja California Sur; Chihuahua; Nayarit, con excepción del municipio de Bahía de Banderas.
  • Zona Noroeste: referida al meridiano 120 oeste y que comprende  Baja California.
  • Zona Sureste: referida al meridiano 75 oeste y que comprende el territorio del Estado de Quintana Roo.

A esta último huso “se empatarán” la mayoría de los estados, los comprendidos en la zona Centro, cuando en horario de verano adelanten una hora su reloj, en una decisión polémica no sólo por todo lo que implica sino porque va en contra de establecido “naturalmente” al menos en el caso de Yucatán, puesto que el meridiano que atraviesa el Estado es el 90.

De hecho, en la población de Maxcanú -en el templo de San Miguel Arcángel-, existe un “reloj de sol” que, además de marcar la hora, también es referencia de que por ahí pasa el meridiano 90, cuya hora es que la rige hasta el próximo domingo a las 2:00 am, en la mayor parte del país.

Y, bueno, ya “entrados en gastos” habría que decir, también, que todo el establecimiento de las horas es una convención social; de hecho, aun cuando la llamada hora civil es una para casi todo el país, entre cada meridiano también cuentan los minutos.

El astrólogo Eddie Salazar Gamboa comenta que, por ejemplo, entre Mérida y Chichén Itzá hay una diferencia de unos seis minutos; esto se demuestra en cada amanecer, pues los primeros rayos del Sol “tocan” primero la ciudad sagrada maya y después la capital.

Si tomamos la hora del meridiano 90 y vamos avanzando hacia el oriente (a la derecha, en un mapamundi), nos topamos en algún momento con el meridiano 89 -más o menos cercano al punto de unión territorial (PUT)-, lo que significa que hay que sumarle 4 minutos; de igual forma, al alcanzar el 88, cerca de Tizimín, hay otros 4 minutos. Un cálculo no científico es que hay unos 12 minutos de diferencia entre el horario del extremo oriente de Yucatán y el extremo poniente.

El mapa fue tomado de mapery.com

Pero más allá de cálculos sobre horas precisas, la realidad es que sólo una nos “rige” a todos en Yucatán y ésa es la del meridiano 90 hasta que llega el horario de verano; recuerda que el cambio oficial es a las 02:00 horas (2 de la madrugada) del domingo 4 de abril, pero la recomendación es atrasar tu reloj desde la noche del sábado para “amanecer” con el nuevo horario.

(La imagen principal fue tomada de mapio.net)