Mérida, Yucatán.- Elaborados por las manos de las Mujeres de San Andrés Zautla, de los Valles Centrales de Oaxaca, la empresa Buen Camino Mezcal estableció su matriz en Mérida para iniciar su expansión a nivel nacional con el triple propósito de generar empleos, impulsar el mercado y enriquecer la oferta gastronómica.

Pese a los tiempos de pandemia, las empresarias Marja Aguiñaga y Consuelo Tapia orientaron este proyecto a esta ciudad con miras hacia otros estados ya que existe, dijeron, confianza en el desarrollo, seguridad jurídica y el crecimiento de la economía.

Durante la presentación de una muestra de los tipos de mezcal, originalmente considerada bebida espiritual en comunidades étnicas mixtecas y zapotecas, la inversionista Marja Aguiñaga reconoció dificultades para emprender negocios en estos momentos.

“Nosotras vemos el mercado yucateco como una oportunidad por los atractivos que representa, de ahí que hemos instalado las oficinas centrales de comercialización y difusión de los productos de la marca Buen Camino Mezcal en la capital Mérida”, expuso en el Palacio de la Música.

El mezcal se obtiene en Oaxaca de la destilación de una planta llamada maguey o agave, que junto con otras siete entidades del país comparte la denominación de origen, entre ellos San Luis Potosí, Guerrero, Durango y Zacatecas.

Ninguna bebida destilada del mundo procede de tal diversidad natural y cultural como el mezcal, destacó.

El mezcal cobra una demanda cada vez mayor, explicó, y por ello es que desde Mérida planean expandirse a Cancún, Ciudad de México, Estado de México y Mexicali.

Mencionó que son tres los mezcales que buscan promover en el mercado local y regional: el “Espadín”, de apariencia trasparente, de intenso sabor a agave con un ligero toque ahumado; el “Tepextate”, llamada “La Trufa negra de los mezcales” por su sabor fuerte resultante de la mezcla del maguey con encino, y Tobalá, noble al paladar y de ligero sabor ahumado.

Respecto de los curados y cremas, resaltó que son originarios de San Andrés Zautla, donde sus mujeres en rebeldía se resistieron a ser dejadas fuera de las celebraciones del pueblo que eran sólo para los hombres y sólo ellos podían beber mezcal, por lo que comenzaron a experimentar con frutos y flores de la región, lo que dio origen a los sabores hoy existentes.

La producción artesanal de las cremas proviene de los Valles Centrales de Oaxaca, de ahí la posibilidad de continuar generando ocupación, sobre todo a las mujeres que participan en la elaboración, abundó.

En sabores, los hay de tamarindo, maracuyá, jamaica y guanábana y como complemento propio de la gastronomía oaxaqueña se dispone para agregar en los cocteles, aperitivos y otras bebidas las sales de gusano de maguey, chicatana, jamaica, chocolate y chapulines preparados.

La empresa toma como referencia la aceptación entre los yucatecos de las artesanías y gastronomía de Oaxaca, además del mosaico cultural que representa la fiesta de la Guelaguetza.

(LectorMx)