Mérida, Yucatán.- De Progreso pueden escribirse tantas historias como dunas hay en la arena de sus playas, pero al cumplirse 150 años de su nacimiento, el puerto, como lo llamamos los yucatecos, muy pocas veces ha sido visto desde los ojos de su quien es considerado su impulsor: Juan Miguel Castro Martín.

Nacido en Hecelchakán -hoy territorio campechano, pero otrora parte de Yucatán- el 29 de septiembre de 1803- este personaje hoy ilustre para lo que entonces fue tan sólo un pedazo de la costa, se empecinó tanto en cambiar la aduana de Sisal al “El Progreso”, que su esfuerzo fue premiado con su apellido en el nombre oficial de la hoy ciudad, cuya fecha de fundación oficial es 1 de julio de 1871.

“Ahora, que nuestro país empieza á renacer como el fabuloso Feni de la antigüedad, de sus propias cenizas, merced á la aceptación que han alcanzado sus textiles, ó filamentos en los mercados de Europa y América; ahora que Yucatán despierta de su largo letargo por la pacífica voz de la industria y del comercio; ahora que empiezan á poblarse nuestros campos, de plantaciones en grande escala y que las calles de nuestras ciudades comienzan á participar de esa actividad, signo característico de nuestro siglo; es absolutamente necesario proporcionar á la exportacion de, nuestros productos, cuya cantidad es cada dia mayor,. un puerto cómodo, digno del país, y que esté situado más cerca de Mérida, centro y vida de nuestra industria y comercio. Este puerto debe serlo “El ‘Progreso” llamado á una concurrencia y actividad hasta, hoy desconocidos en nuestros puertos. 

El texto anterior fue tomado del libro “El triunfo de la verdad en favor de El Progreso”, publicado en marzo de 1870 -un año antes de la fundación del puerto- precisamente por su principal precursor; en el texto, argumenta las razones por las que los opositores al proyecto están equivocados, al pretender dejar la aduana en Sisal. La obra está digitalizada y disponible para su lectura vía web, gracias a la Biblioteca de México.

Y, con tal de lograr su objetivo, Castro Martín fue más allá de la argumentación y llegó hasta “sobajar” al puerto de Sisal: ¿Será posible que, volvemos á repetir que un caserío de edificios frágiles de paja que no cuentan con mil habitantes detenga la realización de una mejora tan trascendental? 

Pero lo que es un hecho, también, es que el nacimiento de Progreso no fue fácil, pues atravesó un periodo de gestación turbulento, con antecedentes como la Guerra de Castas, la “guerra civil” por la separación de Campeche y la Guerra de Reforma, además de los conflictos, armados por la luchas intestinas del poder en el mandato de Benito Juárez García.

Esta Imagen y la que ilustra el texto fueron tomadas de Yucatán Pasado Glorioso.

Esto no significa que su inauguración haya coincidido con estos 3 acontecimientos, pero la historia de Progreso, que data de años atrás de su comienzo como puerto, “se cruzó” con varios obstáculos que muy poco o nada tenían que ver con su motivación; por ejemplo, Juan Miguel Castro narra que uno de los frenos para que Progreso se poblara fue la la Guerra de Castas, pues este conflicto impedía que los yucatecos se movieran libremente por el territorio.

A pesar de contar con apoyos contundentes como los del Congreso, los empresarios e incluso varios pueblos de entonces, Progreso tuvo que librar su propia batalla jurídica, tal como se lee en el documento completo que hoy citamos para abordar tan sólo uno de los dolores de parto de este punto de referencia en la costa, que incluso hoy es un poco famoso a nivel internacional por tener el muelle más largo.

La lucha empezó mucho antes, en 1840, cuando un grupo económico encabezado por Darío Galera, Juan Simón y el propio Castro Marín fijaron su mirada -y sus intereses, claro está- en ese punto de la costa que estaba más cercano a Mérida que Sisal, cita el blog de Mérida en la Historia.

El mismo sitio web sobre la historia de Yucatán, rememora que, en 1846, se solicitó al Gobierno que destinara 2 mil pesos para continuar con el trazo de la vía a la playa “entre las vigías de Chuburná y Chixculub”, y no recuerda que ese nuevo camino que iniciaba en la esquina norte de la Catedral dio nombre la hoy calle 60, que en ese momento fue bautizada como Progreso.

Por supuesto, no podríamos decir que en medio, pero sí que en la mira, estaba el trazo de una vía férrea para transportar las mercancías yucatecas hasta el puerto (la fibra de henequén) y también el desembarco de lo que Yucatán importaba. Aunque, como en todo, había un interés político, la motivación fue más económica.

En fin, contar la historia completa del puerto puede llevarnos a lo mejor menos tiempo del que llevó fundarlo, pero este espacio no sería suficiente. Aquí te dejamos unos datos relevantes sobre el puerto y un video con 150 imágenes antiguas que fue tomado del sitio web YucatanAncestral ¡disfrútalas!

Datos históricos del puerto Progreso de Castro, Yucatán
Nombre oficial: Progreso de Castro

Escudo: El cuerpo es un rombo; de la mitad hacia abajo tiene ondas picadas que figuran olas del mar; sobre ellas, en el centro, la “Y” dorada, de soga de henequén; en el centro, abajo un faro con linterna de plata. En el vértice superior, una estrella de cinco puntas, y 2 anclas que se cruzan en la parte trasera del escudo. En el vértice inferior, un listón con la inscripción “1871 Progreso 1979”. 
Fecha de fundación: 1 de julio de 1871

Fundador: Juan Miguel Castro Martín

-El entonces presidente de la República, Ignacio Comonfort, concedió el permiso mediante decreto del 25 de febrero de 1856, para erigir la nueva población.

-Primer alcalde: Alejandro Barrera, en el Ayuntamiento que se formó en 1875.

-El 4 de octubre de 1875 se le otorgó a la entonces Villa de Progreso, el rango de ciudad. Las obra de construcción del palacio municipal iniciaron en 1875.

-El servicio de carga y pasajeros por ferrocarril inició en 1881.

-5 de mayo de 1893 comenzó a funcionar el emblemático faro.

-En 1936, la compañía danesa “Christiane & Nielsen” inició los trabajos de construcción del  muelle fiscal, que concluyó en 1947.

-En 1968, inició operaciones el puerto de abrigo “Yucalpetén”.
Fuente: Inafed