Por Adela Mac Swiney González
Huelva.- Apostando por una mirada humana, sensible, de lo que pasa detrás de un jugador de fútbol que se convierte en un producto lleno de presiones y compromisos, los cineastas uruguayos Martín Barrenechea y Nicolás Branca presentaron su ópera prima “9”, en el Festival de Huelva de Cine Iberoamericano, donde compite por el Colón de Oro.
“9” está en la competencia por el Colón de Oro de la edición 47 del Festival de Huelva de Cine Iberoamericano, con otros 12 títulos de México, Argentina, Chile, Uruguay y República Dominicana.
El filme cuenta la historia de Christian, un joven jugador que se proyecta como una gran figura del fútbol mundial, viviendo aislado en un entorno lujoso y solitario, asediado por los fanáticos, presionado por la prensa y condenado a cumplir compromisos pautados por su padre, quien oficia también de representante, se presentó en el Gran Teatro de Huelva, ciudad andaluza al sur de España.
“Estábamos nerviosos y emocionados, la recepción del público fue bastante buena, lo cual nos llega de alegría”, aseguró Barrenechea, mientras que Branca sostuvo que “Ya Huelva está en nuestro corazón”.
Nicolás Branca sostuvo que en Uruguay, “el fútbol es más que un deporte, es una pasión, y siendo un país pequeño, un rincón de Sudamérica, ese deporte nos ha dado visibilidad, es muy importante culturalmente” y el germen de esta película fue el incidente de la mordida del futbolista Luis Suárez al italiano Giorgio Chiellini.
“En Uruguay eso generó una psicosis colectiva, aunque era evidente lo de la mordida, no queríamos aceptarlo, nos negamos a ver lo evidente, no lo podíamos aceptar, el siguiente partido era contra Colombia, pero Suárez ya estaba fuera, recluido en una casa, y cerca los aficionados habían montado un espectáculo, con pantallas gigantes, con parapentes, y aunque era de apoyo, era algo agresivo, una cosa demencial y nos pusimos a pensar en ese joven en el epicentro de la tormenta”, dijo.
Apuntó que “nos pareció interesante explorar en eso, ver qué pasa en un joven al que le trasciende toda esta presión del fútbol” y por ello en la película, además de este tema, se cuenta la historia “de un vínculo filial” y cómo “el padre proyecta sus deseos, anhelos e intereses” y como todo lo afectivo, lo económico, lo competitivo, se mezcla.
Los dos realizadores explicaron también cómo el tema definió el enfoque audiovisual del proyecto. “Para nosotros era muy importante a nivel narrativo y estético lo que ocurría y cómo se mostraba, cada posición de cámara fue muy medida porque pensábamos que el lenguaje audiovisual debía acompañar al ánimo del protagonista”, explicaron.
Tras esta ópera prima, los dos cineastas se encuentran en el momento de presentarla al público en festivales y salas comerciales, pero aseguraron que la experiencia ha sido positiva y no descartan nuevos proyectos.
Sobre el momento que vive el cine uruguayo, resaltaron que como en otros países el tema más difícil es el de la distribución y el que los cines locales no tienen tanto espacio, pero las plataformas brindan alternativas locales y en un mundo complejo y dinámico, hay grandes desafíos, pero por lo pronto, “en Uruguay se están haciendo cada vez más películas y diferentes entre si”.
(LectorMx)