Mérida, Yucatán.- La desaparición y muerte de la joven Debanhi Escobar, en el estado de Nuevo León, removió viejos y nuevos agravios ocurridos contra mujeres violentadas en el país y Yucatán.
En repudio de agresiones y feminicidios que se acumulan, decenas de activistas y feministas marcharon para exigir justicia en este y todos los casos pendientes.
Al igual que en la capital de la República y otras ciudades las manifestantes se concentraron en la plaza grande de Mérida.
“Mi cuerpo no es una provocación”, se leía en una de las cartulinas de las asistentes, entre adultas y menores de edad.
Rosa Elena Cruz Pech, presidenta de agrupación “UADY Sin Acoso”, advirtió que las desapariciones no son aisladas.
“No es porque estábamos solas, ni porque nuestras amigas nos abandonaron, no es por cómo íbamos vestidas, ni por la hora, lo que está ocurriendo es violencia estructural que tiene que ver con la inseguridad en el país, el narcotráfico, con un problema que nos atraviesa de diferentes maneras”, expresó.
Junto al asta bandera central, refirió que de 1971 a 2022 se ha documentado la desaparición y no localización de 167 niñas, niños y adolescentes en Yucatán.
De ellas y ellos, recriminó, nunca se volvió a saber ya que las autoridades no pudieron esclarecer su paradero.
Contrario al discurso oficial, la activista aseguró que también en Yucatán las mujeres tienen miedo de caminar solas, de tomar un transporte público y de ser víctimas de asesinato.
La protesta incluyó una caminata alrededor del parque principal y una velada sonora, con flores y veladoras, en alusión a los diferentes tipos de violencia que sufre este género.
(LectorMx)