Mérida, Yucatán.- Ante la carestía de los productos básicos y el débil poder de compra de las familias yucatecas, la afluencia de personas que buscan empeñar sus bienes tanto en el Nacional Monte de Piedad (NMP) como en otras casas afines ha aumentado este año entre un 20 y 25 por ciento con respecto a 2021.

Empleados vinculados a estos negocios, principalmente el NMP, reconocieron en un sondeo que es creciente la cantidad de solicitudes para hacer frente a las necesidades económicas de las familias.

Las asiduas visitas a la principal sucursal de NMP en el centro de Mérida y a las 450 casas de empeño, según registros de la Procuraduría Federal del Consumidor operan en Yucatán, buscan paliar necesidades de alimentación, así como de recreación por el período de vacaciones y los gastos del próximo ciclo escolar 2022 2023.

El NMP informó que en Yucatán el año pasado acumuló 381 mil 255 empeños (un promedio de mil 266 diarios) de 57 mil 930 clientes, a quienes otorgó subsidios en préstamos por 58.6 millones de pesos.

Personal de diversas casas prestamistas confirmó creciente presencia de pignorantes en el primer semestre de 2022, que se refleja en alza tanto de las operaciones como de la cuantía de recursos con tasas que varían de 4.5 a 5 por ciento mensual en el caso de Monte de Piedad y en porcentajes mayores con otros prestamistas.

Lo anterior implica que unas mil 500 personas ya acuden diariamente a empeñar algún objeto de valor a las 10 sucursales que NMP en Mérida, aunque la principal, la del centro, es la más concurrida, ya que acepta variedad de bienes mientras que el resto sólo recibe joyería.

La pandemia y sus efectos en la economía alentaron, más que el número de empeños, el monto de los subsidios prendarios en el NMP.

En el 2019 sumó en el país 10.5 millones de bienes recibidos a cambio de 824 millones de pesos; en 2020 realizó 7.8 millones de préstamos por un monto de mil 77 millones de pesos y en 2021 celebró 7.6 millones de contratos por un mil 106.7 millones de pesos.

De seguir esta tendencia al final del presente año en Yucatán habrá superado en más de 450 mil los empeños a una cantidad equivalente a más de 64 millones de pesos.

EMPEÑAN SINGULARES PRENDAS

De los más singulares objetos que han sido empeñados en Yucatán, en un hecho publicado por un diario local, que causó revuelo hace unos 20 años, es un anillo de oro supuestamente otorgado por la Comisión Mundial de Boxeo a un personaje relevante de los encordados, recordó el dirigente del Sindicato de Trabajadores de NMP en el estado, Javier Méndez Tamayo

Sin embargo, un conocedor de este deporte, Juan Carlos Gutiérrez, mencionó que se trata de una leyenda urbana, ya que el boxeador yucateco, Miguel Canto, uno de los pocos mexicanos que ha recibido tan preciada joya, en este caso del Salón de la Fama de Nueva York, aún la ostentaba hace tres años.

Como empleado de dicha institución de beneficencia, Méndez Tamayo resaltó que son más frecuentes los empeños de alhajas.

Para los yucatecos son bienes más preciados, ya que forman parte de una costumbre ancestral, dado que los antepasados mayas recurrían a las máscaras, pendientes y aretes de obsidiana, jade y otras piedras preciosas.

También son singulares las prendas que empeñan como patines, tenis de marcas prestigiosas, vestidos de 15 años e incluso algunos instrumentos musicales.

Son más comunes, describió, prendas como artículos electrodomésticos y de línea blanca, televisores de pantalla plana, bocinas de bluetooth, bicicletas, motocicletas, licuadoras, herramientas de albañil, de carpintería y de mecánico automotriz, equipos de cocina y otros.

Un representante de la Fundación Dondé expuso que también que llegaron a aceptar como empeño a caballos pura sangre, además de automóviles e incluso escrituras de bienes inmuebles, lo que muestra la gran necesidad que tiene la gente de resolver sus deudas o compromisos económicos.

Un empleado de la cadena Impulsa coincidió en afirmar que ha aumentado la cantidad de personas que buscan empeñar sus objetos, de los que resaltó uno singular: un reloj de manecillas y de campana, cuya alarma de bombero se apaga con un golpe.

(LectorMx)