Por Bernardo Caamal Itzá

Peto, Yucatán.- Ayer, 26 de julio, integrantes de la comunidad maya peninsular, recordaron la historia y del legado de sus ancestros.

Entre el inicio del nuevo año y, por otro lado, recordarles a los hijos del mayab, esos episodios sangrientos de quienes destruyeron sus códices, entre otros documentos valiosos, además del asesinato de sus ajmen o de aquellos que recuerden ese mots’ o raíz que conecta a su forma de vida en estas tierras.

Por lo que ayer, en Dzitbalchén, entre que las autoridades locales, le recuerdan a los suyos, el valioso ik’iilt’aan o de esa poesía que nos recuerda quiénes somos, y en Tihosuco, sus jóvenes escenificaron esos momentos dolorosos que afrontaron los suyos a 176 años del inicio del movimiento social maya.

El k’alay o nuestra historia nos recuerda no solo un pasado, pero que nos permite analizar el presente, por lo que al caminar por estos lugares, en nuestro paso encontraremos múltiples evidencias de quienes construyeron las majestuosas pirámides de Chichén Itzá, Uxmal, entre otros centros ceremoniales y aún estos días nuestros abuelos nos continúan legando a través de la historia oral en la cual nos ilustran esos tiempos que ellos vivieron.

De inicio para conocer la valía de nuestra cultura, es de interés conocer la forma en que nuestros abuelos perciben la intromisión de los “otros” en nuestra vida, en la historia y el pensamiento de nuestros líderes y de paso lo señalamos a continuación:

“U talamile‘ ma‘ k‘a‘ana‘an k cha‘ik k paalal ka ka‘ansa‘ak tumeen le gobiernoo‘; tumeen yaan u k‘askuntik to‘on, uláak‘e‘ ma‘ u cha‘ik u tusko‘on yéetel jump‘éel despensa, le k‘iin kéen úuchuk le je‘elo‘, ts‘o‘ok u topiko‘on tumeen ts‘o‘ok u ma‘ak‘ óolkuntiko‘on. –El problema es que dejemos en manos del gobierno la educación de nuestros hijos, ellos “nos lo echarán a perder”; asimismo no dejemos que nos engañen con una despensa, porque el día que lo aceptemos, ya nos fregó, porque su intención es manipularnos con estas cosas–, me confiaron en el año 2003, los sabios ancianos de la comunidad maya de Tixcacal Guardia, municipio de Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo.

–Kéen k‘askunta‘ak u tuukul k paalale‘ bix je‘el k ch‘a‘ajóolt u na‘at yo‘olal ka jel múuch‘ xíimbalnak t éetel tu ka‘atéene‘ –Porque el día que el pensamiento de nuestros hijos sean manipulados, cómo podemos reeducarlos para que continúen con nosotros–, recalcaron y fueron las últimas palabras que tuve con don Marcelino Poot Ek, de Tixcacal Guardia.

En aquel entonces, don Marcelino, con su voz pausada, me describió cómo eligen a sus representantes y cómo funciona el sistema de cargos que tienen en su comunidad, y de esa forma aseguran su autonomía como pueblo.

Escuche nuestra nota de hoy, después de las 13:00 horas, en la frecuencia de la radio XEPET “la Voz de los Mayas”.

(LectorMx)