Por Bernardo Caamal Itzá*

Oaxaca, Oaxaca.- La Conferencia Internacional “Autosuficiencia Alimentaria y Agroecología en el Mundo Multipolar”, que comenzó el martes 28 de noviembre y concluirá este sábado en la capital de Oaxaca, abordó entre sus temáticas experiencias de las comunidades mayas de la península de Yucatán.

Uno de los asistentes es Xavier Moya García, coordinador de proyectos de la Unidad de Ambiente, Energía y Resiliencia del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD-México).

Entre los participantes: mujeres y hombres que producen, gente que siembra, lucha e inventa soluciones, con saberes propios y de su agrupación.

También llegaron al evento representantes de organizaciones de apoyo, académicos y activistas, entre otros.

“Siempre es importante tener aliados, porque ya aprendimos que solos los pueblos, sin esos aliados, tampoco vamos a resolver los problemas que ahora se han vuelto más difíciles y complejos con el cambio climático y demás”, dijo Moya García.

En su reflexión, llamó la atención con respecto a que a la fecha son 12 los programas federales, más todos los estatales, relacionados con el asunto central del evento que se realizada cada dos años.

“Y yo creo que no es un mérito de ellos; no entonces quiero hablar de que el gobierno esté muy bien, lo que quiero decir es que los milperos, las milperas, todas las comunidades, en este caso de Yucatán, las comunidades mayas que llevan años resistiendo, por fin nos están dando la razón…, por fin están reconociendo que esa sabiduría ancestral, esa agricultura maya tradicional, no solo la milpa, las abejas, el solar, pues resulta que sí tenían razón…”, explicó en entrevista.

El funcionario del PNUD en Yucatán indicó que ahora esas técnicas milenarias son llevadas y compartidas para solucionar problemas de otros pueblos que se confiaron en los agroquímicos y en la agricultura de las empresas.

En algunos casos, refirió que ha comenzado a faltar comida por dar preferencia a cultivos de soya, sorgo u otros para las granjas y la industria, así como pensar sólo en el dinero, lo que ha obligado a traer granos, desde maíz que no son los nuestros, caros y malos de otros países.

“Aquí (en Oaxaca) se está reflexionando eso críticamente y finalmente reconociendo el aporte histórico que durante muchos años, desde los bisabuelos han hecho, gracias a resistir. Entonces ni un paso atrás, sigamos resistiendo, pero disfrutemos también el hecho de que nos están…, les están por fin a ustedes, compañeros y compañeras mayas de las comunidades, dándoles la razón”, expresó.

Con relación al reconocimiento a milpa maya de la península de Yucatán como patrimonio biocultural de parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), otorgada el 22 de mayo pasado, Moya García afirmó que es importante porque se valora una lucha de “muchísimos años”, pero no es suficiente.

“Es un reconocimiento más, pero no para glorificar a las instituciones sino simplemente decir: los abuelos que trabajaron esto y que lo mantuvieron tienen razón y yo Naciones Unidas lo certifico”, observó.

“Ahora, mucho cuidado con lo que vamos a hacer con ese certificado, porque como está no nos sirve todavía para nada…, es como el diploma de que salí de la prepa: yo ya lo sé, no necesita nadie certificarlo de que lo sé”, abundó el especialista.

Así, resumió que la milpa, al igual que la agricultura maya, es buena, eficiente y efectiva; antes funcionaba y se está adaptando, es menos dependiente y cuesta menos hacerla, con la variedad de semillas y formas de plantarlas.

“Eso hace que la milpa resista todos los cambios que se vienen. Si hasta ahorita se han venido cambios feos, tenemos que esperar que vengan cambios peores de clima, de dificultades, de sequía y la milpa tiene más posibilidades de sobrevivir que la otra agricultura, pero claro necesitamos seguir cambiando…”, asentó.

Por ello, propuso utilizar la distinción de la FAO como una herramienta de exigencia a los gobiernos locales de los tres estados de la península, Yucatán, Campeche y Quintana Roo, para que apoyen más a la milpa.

“De qué sirve que tengan su diploma en las oficinas de gobierno o que lo tengamos nosotros en nuestras casas si no se traduce en un apoyo concreto; entonces, sí tenemos que presentar lo que necesitamos de apoyo y ayuda para que la milpa se consolide y pueda cambiar por ejemplo todo lo que están haciendo en términos de riego, de conservación de semillas, de sustituir herbicidas, todo eso, tenemos que pedir que llegue más apoyo y también al gobierno federal…

“Entonces es una herramienta lo que nos están dando para fundamentar lo que ya sabemos que la ONU está diciendo: ustedes campesinos mayas tienen muchísima razón, pero se tiene que traducir en apoyo, si no como dices no sólo es un cheque en blanco sino un diploma que sólo va servir para adornar”, remató el responsable del PNUD en Yucatán.

La milpa maya se convirtió en 2023 en Sistema Importante del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM), el segundo en México ya que en 2017 se concedió ese estatus al sistema de Chinampas de la Ciudad de México, proveniente de las tradiciones de los pueblos originarios de la antigua Tenochtitlan.

*Comunicador maya, promotor de culturas originarias y tradiciones, así como premio internacional en comunicación rural Atkins 2003.

(LectorMx)