Mérida, Yucatán.- Representantes ejidales y comunitarios de Kinchil e Ixil asumieron la defensa sin concesiones de sus tierras, codiciadas por desarrollos inmobiliarios costeros y la voracidad de grupos empresariales.

En conferencia de prensa, José Argamiro Cobá Cocom, Jorge Yam, Concepción Chan Calderón, Mercedes Cocom Noriega, Federico May Cuitún, Humberto Chan Pech, Fermina Helena Chan Borges, Rosa Amalia Ventura Ku, Heidy Dzul Pech y Karla Flores, fijaron posición con respecto a presiones para que instancias federales aceleren autorizaciones oficiales.

Por el contrario, exigieron leyes más rigurosas contra “los despojos y la destrucción ambiental” en Yucatán.

“Las comunidades mayas sabemos cómo queremos vivir, pero las inmobiliarias no respetan nuestra forma de vida como pueblo originario”, dijo Cobá Cocom.

Además de la necesidad de trabajar la tierra, reclamó respeto a la biodiversidad.

“Los animales de montes no pueden defenderse, nosotros debemos protegerlos porque tienen derecho a la vida y están desde siempre en nuestro territorio”, alegó.

“¿Dónde van a vivir estas especies si se autorizan los proyectos inmobiliarios? Al poniente y oriente de nuestro municipio (Ixil) ya se adueñaron de casi todo el territorio”, cuestionó.

Chan Calderón advirtió que no permitirán que la Fiscalía General del Estado y la Secretaría de Seguridad Pública les quiten las posesiones.

“Estas tierras se ganaron con lucha y las vamos a defender, no tenemos miedo, no van a intimidarnos. Hay que ser valientes como nuestros antepasados”, precisó.

Cocom Noriega señaló los “especuladores” no son de Ixil, pero quieren hacer fortuna con el patrimonio de futuras generaciones.

May Cuitún reveló que hay unos 10 proyectos inmobiliarios en Kinchil que han invadido cinco mil hectáreas del ejido.

“Han hecho maniobras ilegales para que nuestras tierras sean adjudicadas a otra gente. Seguimos en estas tierras practicando la agricultura, apicultura, ganadería, colecta de huano y orégano, etc.

“Las inmobiliarias las están vendiendo abiertamente, esto es un robo a luz del día”, expresó.

En ese punto, reveló que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) logró una clausura que es violada por los constructores. Se tiran árboles y se tapan cenotes, apuntó.

Chan Pech pronunció en lengua maya que las tierras ejidales son para sus hijos y nietos.

“Los políticos quieren quitarnos las tierras. Los ejidos no tienen dueño, el dueño es todo el pueblo. ¿Qué vamos a hacer si nos quedamos sin tierra? Debemos tener justicia”, asentó.

Fermina Helena Chan Borges acusó que, sin permisos, maquinaria pesada ha ingresado para el desmonte.

Rosa Amalia Ventura Ku, reprochó que gente desconocida para ellos saca a los campesinos de sus suelos y les impiden buscar su sustento.

“¿Qué quieren, que lleguemos a las armas? ¿Tenemos que llegar a eso para que nos escuchen? No queremos eso, por eso exigimos que se hagan leyes que defiendan las tierras y el medio ambiente”, planteó.

Dzul Pech pidió a las autoridades de medio ambiente que no cedan a chantajes de los empresarios y tampoco se corrompan.

“Las granjas porcícolas nos contaminan el agua, las inmobiliarias nos devastan los montes. ¿Dónde van a ir todos los animales? Yo crío ganado, le pongo nombre a todos mis animales, los cuido bien”, comentó.

Karla Flores aseguró que en Kinchil los ejidos no han vendido nada, por lo que hay engaño y fraude a los compradores.

Sergio Oceransky, de la Fundación Yansa, ratificó que en Ixil y Kinchil no se ha vendido ni un metro cuadrado de tierras ejidales, lo que implica que su enajenación es ilegal.

Consideró necesario que la Profepa no se limite a clausurar, sino que interponga demandas penales contra quienes violan la normativa.

(LectorMx)