Mérida, Yucatán.- En previsión de que el problema del sargazo permanecerá por tiempo indefinido en la península de Yucatán, debido a su relación con el cambio climático, científicos de la región buscan mejorar los instrumentos para su detección, monitoreo y control.
Especialistas de la Unidad Mérida del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) preparan un nuevo software para identificar manchas de la macroalga mediante imágenes satelitales.
El sistema informático que se utiliza actualmente se encuentra en perfeccionamiento y las mejoras deberán ser presentadas en breve, anunció el director del Cinvestav Mérida, Víctor Manuel Vidal Martínez.
Aunque en Yucatán el fenómeno “no es tan grave” como ocurre en Quintana Roo, advirtió del peligro latente por la presencia de metales pesados en esos desechos marinos que recalan en las costas.
Ejemplificó el plomo y el cadmio, cuya masiva exposición provoca daños en las personas.
Refirió que la arribazón es consecuencia del calentamiento de las aguas del Océano Atlántico, así como por la contaminación, lo que provoca la rápida reproducción de las diversas especies de sargazo.
Cinvestav-Mérida labora con las nueve estaciones oceánicas del país, para el desarrollo de un pronóstico más preciso del arribo de este tipo algas, así como darles una utilidad sin que afecte la salud humana.
De ahí que investigadores del Departamento de Recursos del Mar trabajan en el proyecto “Valorización de la biomasa de arribazón del género Sargassum para su uso y aprovechamiento”.
Con recursos del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencia y Tecnología (Conhacyt) se realizan estudios para la mejor comprensión de estas especies y su potencial para las industrias farmacéutica, médica y alimenticia, así como para la generación de bioenergía.
El término sargazo se utiliza coloquialmente para nombrar a todas las algas y pastos marinos que se depositan en grandes cantidades en las costas y playas, pero en sentido estricto se refiere al género Sargassum o llamadas pelágicas.
(LectorMx)