Por Bernardo Caamal Itzá

Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo.- El colapso masivo de las abejas, evidenciado en la muerte colectiva de éstas en los últimos 10 años, no se detiene. Más aún la sequía prolongada, los incendios forestales y el calor extremo, agravan la situación.

Es reflexión de José Eduardo Moo Pat, socio y representante de La Flor de Tajonal SC de RL, en el Día Mundial de las Abejas.

Entre los principales factores que provocan la pérdida masiva de las abejas enlistó: ambientales, actividades económicas distintas a la apicultura, el crecimiento demográfico, infraestructura, caminos, deforestación, uso masivo de plaguicidas, sistemas convencionales de producción y venta de tierras.

¿Qué nos espera ante este colapso?, preguntamos.

—Implica ya un trabajo colectivo, quizá, puede ser un escenario. La tendencia actual es que distintos sectores, medios, actores están uniendo esfuerzos para poder hacer algo a favor de las abejas, porque pues recordar que las abejas de ellas depende entre el 70 y el 80 por ciento de la alimentación mundial.

Entonces, no por nada decía Albert Einstein que si se acaban las abejas nos quedarían cuatro años de vida —refirió.

Conocedor del tema, José Eduardo señaló que las abejas no sólo son una actividad económica sino una actividad vital.

“Que valoren el producto de las abejas, no solamente son apis, no solamente es miel sino es todo un ecosistema que trabaja a favor de la humanidad y, por lo tanto, hay que darle un valor importante, que no regateen cuando vean un litro de miel porque detrás de ese litro de miel hay mucho trabajo y esfuerzo”, subrayó.

En cuanto a los incendios en la península de Yucatán y su impacto en la apicultura, lamentó la destrucción y su relación con la sequía y el fenómeno del cambio climático global.

En entrevista, comentó que en el mundo hay afectaciones a la gente, a los animales y a la selva, y lo que corresponde aquí es buscar acciones para mitigarlas.

“Creo que hay que hacer un poquito más de conciencia en la gente que transita por caminos, que quema milpas, o alguna otra actividad que pueda causar riesgo de generar un incendio forestal.

“Creo que todos somos culpables por la falta de sensibilidad, conciencia en las distintas actividades que realizamos…”, expresó.

Desde su óptica, el milpero-apicultor es aquel que tiene “un poquito más” de conciencia y de cuidado del entorno natural.

Moo Pat, licenciado por el Instituto Tecnológico Superior de Felipe Carrillo Puerto, ofreció el taller “Retos y perspectivas de la milpa-apicultura, en organización, producción y comercialización”.

Los asistentes: apicultores de Quintana Roo, principalmente.

La plática completa se transmitirá por radio XEPET “la voz de los mayas” desde su estación en Peto.

(LectorMx)