Por Adela Mac Swiney González

Huesca, España.- México inició su competencia por el Danzante del Festival Internacional de Cine de Huesca. El productor y director mexicano Sebastian Masso presentó en el Teatro Olimpia de esta ciudad aragonesa “Yo maté a Lucca”, dirigido por Ana Moreno, trabajo que compite con otras 31 producciones de España, Colombia, Brasil, Portugal, Perú y del propio México.

En el filme, Carmen por fin ha encontrado a su novia ideal: Lucía. Pero, cuando ésta le hace recordar el momento más doloroso de su infancia, su conciencia, ilustrada por dos comentaristas de televisión, la llevan a un estruendoso e incontrolable ataque de ansiedad por el que podría perder a Lucía, como sucedió con sus relaciones pasadas.

Sebastian Masso, productor de “Yo maté a Lucca”, ha señalado que este trabajo ha sido todo un gran viaje desde 2021 que se empezó a desarrollarlo “y estamos tocando el tema de la ansiedad, la depresión, temas importantes de la salud mental; para nosotros es nuestra forma de compartirle al mundo la idea de que uno puede estar bien si pide ayuda, si está con los seres que te aman, que quieres y en el 2050 puede que las enfermedades mentales sean las principales a nivel mundial y hay que enfocarnos a ello desde ahora”.

Además de “Yo maté a Lucca”, los cortometrajes mexicanos que estarán en esta edición del certamen de Huesca son: “Chica de fábrica”, “Ciela”, “Dolores”, “El brillo de la luciérnaga” y “La cascada”.

La Sección Oficial del certamen tiene tres concursos: internacional, iberoamericano y documental. España con 25 trabajos es la cinematografía más representada, por detrás Francia (País de Honor) con 11, Alemania con 10 y México con 6. Un listado donde se encuentran obras ganadoras del Premio Goya o reconocidas en Cannes, Berlín y Venecia.

Se trata de una amalgama de directores donde se combinan nombres consagrados con talentos emergentes; de hecho, las óperas primas y trabajos provenientes de escuela (30) representan cerca del 40 por ciento del total; un dato que pone de manifiesto el potencial como incubadora de talento del festival, así como la calidad de estos debutantes que año tras año van subiendo el listón para el equipo de preselección.

El caleidoscopio temático que se verá en pantalla este año abarca gran parte de las cuestiones pegadas a la actualidad y el pasado más reciente; destaca la pujanza de la comedia en el apartado internacional; un género que siempre cuenta con mayor dificultad para abrirse paso en las grandes citas del séptimo arte. Por su parte, el documental maximiza la capacidad del audiovisual para mostrar la realidad desde todos sus prismas y pone sus miras mayoritariamente en la guerra y sus consecuencias.

En el contexto de los homenajes que otorga el certamen, el cineasta español Isaki Lacuesta, ganador de dos Conchas de Oro y un Premio Goya entre otros muchos galardones y reconocimientos, ha recibido orgulloso el Premio Ciudad de Huesca Carlos Saura en una gala muy francesa, en el Teatro Olimpia, conducida por los actores Manuel López-Vigo y Minerva Arbués.

“Carlos Saura siempre ha sido un referente para mí, para muchísima gente de mi generación así que es todo un orgullo”, ha dicho el autor de filmes como “Un año, una noche”, “Entre dos aguas”, “La próxima piel”, rodada en escenarios de Huesca o “Segundo premio”, que podrá verse el próximo día 15 de junio en el marco de la clausura del certamen.

Isaki Lacuesta recibió el reconocimiento de manos de la viuda de Carlos Saura, la cineasta Lali Ramón; de su hija Anna Saura y de la alcaldesa de Huesca, Lorena Orduna. “Conocí muy poco a Carlos Saura, me lo encontré en el Festival de Cine de Málaga, yo iba con Raúl Arévalo y los dos nos acercamos al maestro a intentar agradecerle su cine, y no nos dejó, nos interrumpió, nos dijo gracias, pero no nos dejó decirle lo importante que era para nosotros su filmografía y porque era importante”.

El laureado director ha asegurado que “Carlos Saura era importante porque nunca dejó de investigar, cada vez llegaba a cuotas de excelencia, de originalidad y de creatividad absolutas, y cuando hubiera podido seguir ese camino, lo que hacía era inventarse una filmografía nueva, cambiar de estilo, cambiar de geografía; cuando parecía que era un cineasta dedicado a trabajar sobre las raíces del país y sobre la política y las derivas de la guerra civil, de pronto descubre capas nuevas y se convierte en un cineasta viajero y pasa por Portugal, por Argentina, por México”.

Isaki Lacuesta, una de las trayectorias con mayor proyección del cine actual, también resaltadó la importancia del cortometraje, razón de ser del Festival Internacional de Cine de Huesca y animó a quienes compiten en el certamen a seguir con este formato.

“Quizá lo único que detesto es de quienes ven a este formato como una plataforma para luego hacer largos, yo me acuerdo de Borges, uno de los grandes escritores de la historia, que solo escribió cuentos, y nunca los vio como plataforma para hacer novelas sino como un fin en sí mismo; yo creo que el cortometraje es una obra de arte, que tiene valor en sí mismo, así que viva el cortometraje, algo que también nos enseñó Saura, que con los años volvió a ello”, concluyó.

(LectorMx)