Mérida, Yucatán.- El consumo de pavos se dispara en estas fechas, y entre los principales productores se encuentra Yucatán con alrededor de cinco mil toneladas anuales, según datos oficiales disponibles.

La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) informó que Yucatán aportaba hasta 2022 casi la cuarta parte del total nacional de 19 mil 560 toneladas.

En ese año, la producción yucateca aumentó 6.5 por ciento con respecto al año anterior.

La crianza se desarrolla en 18 entidades, pero estos son los primeros cinco:

1) Yucatán, cuatro mil 963 toneladas, 25.44 por ciento del global país.
2) Puebla, dos mil 655 toneladas, 13.61 por ciento.
3) Estado de México, dos mil 199 toneladas, 11.27 por ciento.
4) Veracruz, mil 382 toneladas, 7.08 por ciento.
5) Tabasco, mil 172, 6.01 por ciento.

Según la dependencia, el 55 por ciento de la producción de esta carne en México se realiza en condiciones de traspatio o pequeña escala.

Esta ave contribuye al sustento alimentario y económico de miles de comunidades rurales, incluso, los mexicas lo relacionaban con el dios Tezcatlipoca, así como con las deidades del sol y de la vida.

El nombre de guajolote deriva de la castellanización a partir del vocablo original del náhuatl con el cual se define a esta ave: huacholotl, que significa monstruo grande, lo cual contribuye a dejar claramente su verdadero origen geográfico e histórico.

Aunque en Europa fue donde algunos hombres de la edad media tuvieron la ocurrencia de nombrarlo “pavo”, debido a su preconcebida semejanza con el pavo real, el cual tiene otra derivación y relación filogenética y geográfica.

El guajolote es de las especies pecuarias domesticadas para consumo en México; se le come en todo el país principalmente durante las fechas de fin de año, y también en Estados Unidos en la celebración de acción de gracias.

(Didier Madera)