Mérida, Yucatán.- La conmemoración del Día Internacional de la Mujer, con marchas y plantones en el centro histórico de Mérida, derivó en atisbos de violencia.
Las movilizaciones que comenzaron con proclamas combativas pero pacíficas terminaron con chorros de agua, gas pimienta en al menos cinco ocasiones y algunas desmayadas.
De entre los contingentes, que cálculos extraoficiales contaron de unas ocho a 10 mil personas, tomaron papel de extremistas unas 500 de ellas.
La mayoría de los grupos se comportaron de manera tranquila en lo general, aunque sin perder el talante de aguerridos y rebeldes.
Incluso, contadas lideresas la tomaron contra reporteros varones que cubrieron la caminata y concentración.
Los momentos álgidos ocurrieron cuando varias jóvenes, principalmente, intentaron tirar las vallas metálicas y buscaron romper el cerco de seguridad alrededor de Palacio de Gobierno.
Policías estatales atrincherados en la sede del Ejecutivo local y que estaban al frente respondieron a las consignas verbales e intentos aislados de provocación.
Los antimotines y granaderos de la Secretaría de Seguridad Pública de Yucatán fueron los más activos con escudos, macanas, caretas y otros implementos disuasivos.
Cerca de las 19:00 horas, el grueso de la columna llegó a la Plaza Grande.
El enojo de las organizadoras aumentó tras el bloqueo de la calle 60, en inmediaciones de la Catedral de San Ildefonso y Palacio de Gobierno.
Pese a que dieron la vuelta para entrar por la calle 62 se toparon con férreo blindaje.
Con carteles, lonas y consignas se quejaron de “alarmantes indicadores de violencia y acoso”.
También lanzaron botellas vacías de agua y otros proyectiles no contundentes.
Durante casi 20 minutos el operativo policíaco priorizó contener y dispersar a las turbas.
Testigos y representantes de medios de comunicación se dividieron entre quienes calificaron de “excesiva tolerancia” y los que describieron “represión oficial”.
Por casi media hora el zafarrancho empañó las jornadas para promover los derechos de las mujeres. Sin embargo, no se informó de detenciones o lesionados al momento.
Hubo alusiones directas al gobernador Joaquín Díaz Mena, a quien tildaron de “represor”.
En la parte final, un sector quemó la lona que colocó el Ayuntamiento en la plaza principal, mientras gritaban: “Cecilia no es aliada. Es privilegiada”.
Las activistas condenaron los homicidios culposos en contra de mujeres que suman más de 16 mil desde 2018, así como las constantes situaciones de acoso y agresiones que sufren tanto en el ámbito familiar como en espacios públicos y privados cerrados y abiertos.
(LectorMx)
COMUNICADO
El Gobierno del Estado de Yucatán reitera su respeto absoluto al derecho a la libre expresión y manifestación de las mujeres, así como su compromiso con la seguridad de todas las personas y del patrimonio público.
Durante la movilización del 8 de marzo, se implementó un operativo con el objetivo de proteger, tanto a las participantes como a los ciudadanos en general, garantizando que la protesta pudiera llevarse a cabo sin incidentes mayores.
Lamentamos que algunas acciones derivaran en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, cuya prioridad siempre ha sido la contención sin represión.
Reconocemos la importancia de seguir fortaleciendo el diálogo con los colectivos y organizaciones de mujeres para construir en conjunto soluciones efectivas a las demandas legítimas de igualdad y justicia.
Seguiremos trabajando en políticas públicas que atiendan las causas estructurales de la violencia de género y promoviendo espacios de encuentro y consenso.
El Gobierno del Estado reafirma su compromiso de seguir avanzando en la construcción de un Yucatán más seguro, igualitario y justo para todas y todos.