Mérida, Yucatán.- El desproporcionado incremento de contagios por Covid-19 y la variante Ómicron ha traído otra vez sobrecarga para los trabajadores de la salud y condiciones de precariedad para su desempeño.
El Colegio de Profesionales de Enfermería de Yucatán (CPEY) informó también de infectados entre personal que labora en hospitales públicos y privados, lo que complica la situación.
La presidenta de la organización, Cilvia Guadalupe Pool Baas, expuso que este repunte ha implicado una mayor asistencia de tipo ambulatoria, particularmente en diagnósticos y atención a pacientes con síntomas variables, toda vez que el número de hospitalizaciones ha disminuido.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud de Yucatán, del 1 al 7 de enero se registraron mil 345 contagiados, ocho fallecidos y un promedio de 40 personas en hospitales al día.
El problema mayor, dijo en entrevista, es que los contactos en las áreas de primera atención han propiciado contagios, por lo que el trabajador infectado es retirado de sus labores, lo que representa sobrecarga para quienes se quedan.
Atribuyó el alza significativa de positivos a las concentraciones multitudinarias en vísperas de Navidad y Año Nuevo, así como a las reuniones sociales y fiestas comunitarias en que las se relajaron las medidas de prevención sanitaria.
Pool Baas, empleada del ISSSTE, mencionó que a nivel hospitalario la situación es distinta, ya que son pocos los pacientes ingresados en comparación con la época de mayor crisis en el 2020, cuando los nosocomios estuvieron saturados.
La dirigente calculó que son entre cinco mil y seis mil las enfermeras y enfermeros en consultorios, clínicas y hospitales de todos los niveles tanto públicos como privados en Yucatán, que enfrentan a diario los riesgos del SARS-CoV-2.
Frente a ello, refirió que un elevado número enfermeras y enfermeros trabajan en condiciones desfavorables, carecen de base y prestaciones, de ahí que la organización a su cargo busca con las autoridades una mejoría.
George Williams Chalé Pool, fundador de la Asociación Nacional de Estudiantes de Enfermería (ANEE), abogó por los pasantes de carrera que laboran en desventaja en clínicas y hospitales del estado y del país, ya que carecen de ingresos formales y seguridad pese a los riesgos que enfrentan.
Reveló que los pasantes de Enfermería reciben una beca de 600 pesos al mes, lo que resulta insuficiente para atender necesidades básicas.
A partir de esa problemática se ha solicitado al Senado de la República intervenga para aumentar este tipo de apoyos, ya que son los que llevan las mayores cargas de trabajo.
Citó su caso que al laborar en un hospital de Mérida tuvo que atender él solo a 15 pacientes internados en una jornada.
En consecuencia, pidió que la mencionada ANEE sea tomada en cuenta en las decisiones de política pública dentro del Sistema Nacional de Salud, ya que son ellos los que conocen a fondo las necesidades y realidad de la emergencia.
En ese punto, comentó que sin consultar a los enfermeros organizados el gobierno federal promovió en 2020 el cambio de fecha del Día del Enfermero, del 6 de enero al 12 de mayo.
De un plumazo fueron borrados 89 años de historia, de conmemoraciones en ese día instituido en 1931 por el Hospital Juárez de la Ciudad de México, recalcó.
Ambos representantes llamaron por separado a la población a no bajar la guardia, a mantener las medidas de higiene y prevención ante el Covid-19 y evitar las reuniones masivas para detener la ola de contagios.
(LectorMx)