Por Adela Mac Swiney González

Madrid, España.- El sueco Svante Pääbo ganó el Premio Nobel de Medicina 2022 por sus descubrimientos sobre el genoma de homínidos extinguidos y la evolución humana, dio a conocer la Asamblea Nobel del Instituto Karolinska de Estocolmo.

El Instituto Sueco señaló que Pääbo ha establecido “una disciplina científica completamente nueva, la paleogenómica. Al revelar las diferencias genéticas que distinguen a todos los humanos vivos de los homínidos extintos, sus descubrimientos proporcionan la base para explorar lo que nos hace únicamente humanos”.

Expuso que la humanidad siempre ha estado intrigada por sus orígenes: ¿De dónde venimos y cómo somos?, ¿Nos relacionamos con los que vinieron antes que nosotros? ¿Qué nos hace a nosotros, Homo sapiens, diferentes de otros homínidos? Y a través de su investigación pionera, Svante Pääbo logró algo aparentemente imposible: secuenciar el genoma del neandertal, un pariente extinto del actual humano.

También hizo el sensacional descubrimiento de un homínido previamente desconocido, de Denísova y es importante destacar que Pääbo también dio a conocer que se había producido una transferencia de genes a partir de estos ahora homínidos extintos a Homo Sapiens después de la migración fuera de África alrededor de 70 mil años atrás.

Este antiguo flujo de genes a los humanos actuales tiene relevancia fisiológica en la actualidad, por ejemplo, afectando la forma en que nuestro sistema inmunológico reacciona a las infecciones.

El Instituto Sueco expuso que la investigación fundamental de Pääbo dio lugar a una disciplina científica completamente nueva; paleogenómica, que al revelar las diferencias genéticas que distinguen a todos los humanos vivos de los homínidos extintos, “estos descubrimientos proporcionan la base para explorar lo que nos hace únicamente humanos” y de hecho, obligan a reescribir la historia de nuestra especie.

Svante Pääbo, quien también ganó el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2018, nació en Estocolmo el 20 de abril de 1955, cursó estudios de Historia de la Ciencia, Egiptología, Ruso y Medicina en la Universidad de Uppsala y fue investigador del Departamento de Biología Celular, en el que se doctoró en 1986.

Realizó estancias postdoctorales en el Instituto de Biología Celular II de la Universidad de Zúrich, en el Imperial Cancer Research Fund de Londres y en la Universidad de California en Berkeley. Entre 1990 y 1998 fue profesor de Biología en la Universidad de Múnich y, desde 1999, es profesor de Biología Molecular Evolutiva en la Universidad de Leipzig (Alemania) y desde 1997 fue director del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig.

Considerado como uno de los fundadores de la paleogenética, Pääbo ha dirigido el proyecto de secuenciación completa del genoma del neandertal, especie extinguida hace aproximadamente 30 mil años. El borrador del proyecto se publicó en el número de mayo de 2010 de la revista Science y cuyo resultado definitivo fue presentado y puesto a disposición de la comunidad científica internacional en marzo de 2013.

Demostró en los ochenta que podía analizar el ADN de momias egipcias y siguió trabajando en establecer métodos rigurosos para rescatar secuencias de ADN antiguo, una labor complicada por la degradación y modificación por procesos químicos que pueden originar errores durante su replicación.

Su metodología ha sido utilizada para el estudio de la filogenia y la genética de poblaciones de animales extinguidos, como los mamuts, los perezosos terrestres, los osos cavernarios y los moas.

Demostró que los denisovanos contribuyeron en un cinco por ciento al genoma de los actuales habitantes de Australia y otras zonas de Oceanía, y de su proyecto del genoma neandertal, para el que analizó, además de los siberianos, restos de los yacimientos de Vindija (Croacia) y El Sidrón (España), se descubrió que un dos por ciento del genoma de los humanos modernos no africanos proceden del neandertal.

La explicación para estos resultados es que el cruce entre ambas especies se pudo producir después de que los primeros humanos modernos salieran de África y se encontraran con los neandertales, probablemente en Medio Oriente.

El cruce entre las distintas especies de homo está reflejado en el legado genético que neandertales y denisovanos han dejado en los sapiens modernos.

En el libro “El hombre de Neandertal. En busca de genomas perdidos” (2014), Pääbo relató, desde un punto de vista personal, la historia de la secuenciación de esa especie extinta.

(LectorMx)