Chankóm, Yucatán.- Una de las mujeres más longevas de Yucatán, Dionisia Kuyoc Caamal, dejó la vida a los 104 años de edad.
En su humilde hogar de la comisaría de Tzucmuc, municipio de Chankom, los signos vitales la abandonaron de manera natural.
Dionisia vio la luz el 9 de abril de 1920 y procreó con su esposo Prudencio Dzul Caamal (q.e.p.d.) seis hijos, dos mujeres y cuatro hombres.
En principio se difundió que ella tenía 103 años de edad, sin embargo, una de las hijas revisó de manera exacta el acta de nacimiento y aclaró que son 104.
En entrevista el pasado 3 de enero, la ancianita mencionó que el secreto de su longeva vida estaba en comer lo más sano posible.
“Creo que lo sano está en el campo…”, dijo entonces, y enlistó la base de su alimentación: frijol, calabaza, hibes, chaya, atole de maíz, entre otros.
A la descendiente de mayas se le conocía por elaborar artesanías, como aros (para colocar jícaras) y canastas, con material de bejuco.
Esos productos los comercializaba junto con su esposo en pueblos circunvecinos como Chichén Itzá y Chemax.
Dionisia era muy respetada en su comunidad, en el oriente de Yucatán.
Catalina Dzul Kuyoc describió a su madre como señora amorosa, trabajadora y tranquila.
Una de las nietas, Concepción, expresó que “la muerte de un ser querido, no deja de ser una profunda tristeza, y de mi abuelita aprendimos a convivir en familia”.
“Ella ya descansa y sé que ahora está en un mejor lugar”, comentó con lágrimas en los ojos.
(Nicolás Ku Dávila)