Mérida, Yucatán.-La Iglesia Católica de Yucatán busca “purificar” los sacramentos, es decir, evitar que la gente pague por ellos, pues han detectado que empresas, como las funerarias y organizadoras de eventos, cobran por servicios religiosos que, en realidad, son gratuitos.

La denuncia la hizo, a través de redes sociales, el diácono Rafael García Tun, quien publicó en su página personal de Facebook que las empresas que ofrecen servicios funerarios cobran o a nombre de sacerdotes o diáconos con los que supuestamente “tienen acuerdos” para que acudan cuando hay un fallecimiento.

Se le solicitó al diácono una entrevista para que diera más información sobre el caso que estaba denunciando, pero no respondió nunca a la solicitud y, por el contrario, borró la publicación.

Entrevistado al respecto, el encargado de Comunicación Social de la Arquidiócesis, Jorge Martínez Ruz, confirmó que detectaron que empresas que organizan eventos sociales cobraban por servicios religiosos, pero sin consentimiento de la Arquidiócesis.

A raíz del reclamo de los fieles, quienes se quejaban de estos cobros, la Arquidiócesis nombró a encargados de cada uno de los sacramentos, para “normar” las condiciones en que cada sacramento debe ofrecerse.

Así, todo lo relacionado con la exequias quedó a cargo del diácono García Tun, quien, en la publicación de Facebook, pedía a los fieles (específicamente a deudos) dirigirse a él para cualquier asuntos relacionado con servicios religiosos para difuntos.

Martínez Ruz aclaró que, para cualquier sacramento que se requiera, los fieles deben acudir a la parroquia a la que pertenecen y si no reciben atención, a la iglesia más cercana. Una tercera opción es llegar a la sede de la curia, en la Catedral de Mérida.

Los servicios que sí cobra la Iglesia Católica -el pago es denominado arancel- son aquellos que la gente solicita y que implican un gasto mayor, por ejemplo, una misa especial para XV años, bodas, bautizos, porque implican gastos para la parroquia como energía eléctrica.

Sin embargo, aclaró que para las personas que no tiene para pagar el arancel los servicios deben ser gratuitos.

Además, explicó que los pagos que se hacen por estos servicios, que no rebasan los 500 pesos en iglesias más “caras” -las que tienen aire acondicionado, por ejemplo-, son auditados por el Gobierno, y la Arquidiócesis debe emitir un recibo con validez fiscal.

Insistió en que los servicios religiosos para enfermos o para familiares de los difuntos no tienen ningún costo, y por eso es importante que los fieles hablen directamente con el sacerdote de su parroquia o si una empresa lo ofrece hablar con el presbítero o diácono.

Respecto a las funerarias, explicó que no hay ni sacerdotes ni diáconos asignados oficialmente porque los servicios religiosos no son necesariamente católicos, sino de todas la religiones. “Los único lugares asignados para los sacerdotes son las parroquias”, expuso Martínez Ruz.