Mérida, Yucatán.- El reglamento de construcción de Mérida no sólo está “desfasado” porque incluso permite construcciones que no son resistentes a un simple viento, sino que no está sustentado con estudios, sino sólo con la opinión de algunos cuantos.

Por eso, si llega a haber otro huracán, el resultado no será diferente a otros que han pasado, porque no se aprende de la experiencia, asegura Javier González Alonzo, maestro en ingeniería y especialista en estructuras.

El profesor impartió la conferencia magistral “Diseño por viento, de muros aislados”, en el marco del XV seminario de investigación de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), dentro de la Semana de la Ingeniería.

En su conferencia, explicó a los alumnos los errores que se cometen cuando se diseñan muros en edificaciones sin tomar en cuenta aspectos básicos como dónde se ubicará y a qué cargas estará expuesto.

En ese sentido, recalcó que no basta con poner “castillos y cadenas” para darle resistencia a los bloques, sino que hace falta darte estabilidad a la estructura. Entonces les mostró como era posible hacerlo con soluciones, en cierto modo, sencillas.

También les mostró imágenes de lo que los vientos huracanados le han hecho a construcciones de Mérida que, a primera vista, parecen fuertes porque tenían -al menos eso parecía- los suficientes “anclajes” para tener resistencia.

Les habló de las categorías que establece el Reglamento de Construcciones de Mérida para las edificaciones, en las que, aunque con datos muy atrasados comparados con otros reglamentos como, por ejemplo, los de Comisión Federal de Electricidad (CFE), la más baja ni siquiera tiene un parámetro para resistencia al viento.

Ese apartado establece que las construcciones, cuya probable caída no tienen un impacto directo en pérdidas humanas o grandes pérdidas económicas (como las bardas), no es necesario que “se encarezcan” con medios para evitar que puedan colapsarse.

Al término de la charla, en entrevista, el experto aclaró que a pesar de que en muchas casas de Mérida la altura de los muros es incluso menor a los 2.5 metros, son construcciones seguras, porque existe un factor que -si bien no está medido- si influye a su favor: la cercanía con que están construidas.

Dijo que, por la forma en que se disponen, las casas protegen a otras casas y que si alguna está en riesgo es, en todo caso, la de las esquina, pero que aún así los vientos no llegan a ser peligrosos por la protección que generan las otras edificaciones.

Sin embargo, reconoció que toda estructura debe diseñarse para el caso más extremo porque, por ejemplo, en el caso de las casas-habitación no se sabe si estará en la esquina o no.

Aclaró que los casos que mostró en las fotografías, de bodegas que se hicieron pedazos por la fuerza del viento, se trata de construcciones en descampado que resienten el embate de vientos intensos cuando hay huracanes.

La Semana de Ingeniería, que empezó el lunes 16, terminó este viernes 20, junto con el XV Seminario de Investigación, en la Facultad de Ingeniería de la Uady.

(EVM)